Cuando abrí este blog no tenía la intención de postear asuntos relacionados con mi vida personal, sino opinar sobre cuestiones generales que fuesen de mi interés, salvo alguna que otra excepción. Ésta es una de esas excepciones y voy a realizar una pequeña crónica de la EstelCón 2007 de la que recientemente he regresado.
La EstelCón (también conocida como Mereth Aderthad) es un evento anual realizado por la Sociedad Tolkien Española y a la cual puede asistir cualquier persona, aunque normalmente la mayoría de quienes van son miembros de la STE. La organización de la EstelCón corre a cargo de alguna de las delegaciones de la STE (también conocidas como Smiales en referencia a los hogares de los hobbits). Este año corría a cargo del Smial de Númenor de Madrid, el cual la organizaba aprovechando el décimo aniversario de este Smial e iba a tener lugar del 6 al 9 de septiembre en el Monasterio de Uclés, en la provincia de Cuenca y que ya fue escenario de la EstelCón de Cuernavilla del 2002. En la EstelCón se pueden encontrar actividades de todo tipo, conferencias, lectura de cuentos, talleres, etc., y culmina con una cena de gala en la cual quien quiera puede ir disfrazado para pasar luego a la noche intemporal.
Empecemos con la crónica, en la cual no diré todo porque seguramente me olvidaré de algo o habrá alguna cosilla que pase de contar. El jueves 6 nos encontramos la expedición de Tol Eressëa (Smial de Mallorca) en el aeropuerto de Son Sant Joan a eso de las 14 horas. Teníamos el avión a las 15:25 así que teníamos algo de tiempo libre tras facturar si no había ningún problema. En la expedición íbamos Amras, Boromir, Morwaith, Telmefion y yo. Yo iba algo mosqueado por el cambio de horarios que habían realizado una semana antes los de la EstelCón pero bueno, que le íbamos a hacer, además que tampoco nos perdíamos gran cosa o eso pensaba yo, sólo la apertura de la EstelCón y posiblemente una visita guiada al monasterio.
Al estar todos juntitos nos dimos cuenta que íbamos de negro, Telme con su camiseta de Tom Bombadil diseñada por él, Amras con una camiseta del Valhalla, nuestro lugar de copas favorito, Boro con su camiseta del Llegat de Cthulhu, una asociación de ludópatas de Palma (en el buen sentido de la palabra) y yo con mi camiseta de la portada del Necronomicón. Sólo faltaba Oso que llevaba una marrón y que no se había puesto la camiseta negra porque mira, no se la había puesto pero apunto estuvo de hacerlo. Aparte de que Boro y yo parecíamos la delegación de Lovecraft de Mallorca, parecíamos miembros de los FIB (Frikis in Black).
Tras facturar y que nos informasen de la puerta de embarque, la D-80 si no recuerdo mal, le estuve dando un poco la vara a Amras sobre la puerta, cosa de la que después me arrepentí porque Amras a lo largo de la EstelCón se ocuparía de recordarme que la puerta de embarque era la D-80. Tras llegar a esta puerta estuvimos hablando entre nosotros. Aprovechamos para hablar de posibles actividades del Smial, llegando a mencionar el realizar una Mereth (una EstelCón en pequeñito para que nos entendamos). Tras ir oyendo a mis compañeros comencé a plantearme si habían tomado algo porque no era normal que hablasen de hacer tantas actividades y especialmente una Mereth, pero fue algo habitual a lo largo de la EstelCón.
A eso de las 15 horas nos llaman para embarcar y a las 15:15 salíamos, diez minutos antes de lo previsto, algo que pocas veces se puede ver, aunque fue la única vez (con excepción de la vuelta) en que algo salió antes de la hora prevista en este viaje.
Aterrizamos en Madrid tras una horita de vuelo el cual fue estupendo y nos dirigimos a buscar los equipajes. Llegamos a la cinta y mientras esperamos aprovechamos para avisar a la familia de nuestra llegada a Madrid y de ir al baño. Y seguimos esperando y las maletas no salen, y esperamos, esperamos, esperamos y las maletas no salen. Cuarenta minutos después aproximadamente empiezan a salir las maletas.
Tras recoger el equipaje y cagarnos en todo por la espera nos fuimos a buscar el vehículo que teníamos de alquiler. Allí tuvimos que esperar otros veinte minutos, puede que más porque el chico de la oficina estaba atendiendo a unas personas antes que a nosotros y como iba más lento que el caballo del malo pues tardó lo suyo. Tras esto nos fuimos a recoger la Partner que nos habían dado y tras llegar allí diez minutos más de espera, puede que fuese más tiempo, hasta que por fin pudimos salir a las 18 horas del aeropuerto. Yo había avisado que llegaríamos a eso de las 18 horas así que las previsiones de tiempo de llegada se fueron de inmediato a la papelera.
Ahora venía la odisea del viaje, pedimos información sobre como dirigirnos hacía Uclés y lo primero que hicimos nada más salir del aeropuerto fue irnos en dirección contraria. Cogimos un desvío y mientras intentábamos llegar a la autopista nos encontramos con una furgoneta parada ya que estaban descargando cosas. Tras reanudar la marcha comenzamos a seguir la furgoneta porque estaba claro que nos mostraría la salida hacia la autopista, ¿en que nos basamos para llegar a esta conclusión?, en nada, simple y llana lógica eressëana (esto es así porque es así sin motivo alguno, así somos de chulos). Tras dar un montón de vueltas y dejar a la furgoneta en una gasolinera encontramos poco después el acceso a la autopista (se podría decir que nos indicó el camino pero no estoy muy seguro de esta afirmación).
Tras volver a dar alguna vuelta y superar dos atascos pudimos enfilar por fin hacia Uclés. Llegamos a la conclusión de forma unánime que la señalización en Madrid está muy mal, de que no nos podemos quejar de lo que tenemos en Mallorca que le da cien vueltas en señalización y que nos podíamos ir olvidando de la primera conferencia que iba a tener lugar en Uclés a las 19 horas.
En el trayecto de ida nos encontramos con un pueblo llamado Tielmes. Telme hacía broma de que no era el único con ese nombre por aquí. Luego vimos al famoso toro de Osborne y bromeamos en que era una señal que nos indicaba que íbamos por el camino correcto, en referencia a la relación entre la familia Osborne y Tolkien (historia que espero que Gimli pueda publicar algún día).
Por fin llegamos a Uclés y a su monasterio, un lugar impresionante y muy bonito que rezumaba historia por todos lados, sólo hacía falta leer un poco sobre el lugar y ver como es para tener esta impresión.
Nada más llegar nos encontramos a gente del Smial de Lórien de Barcelona con los cuales hablamos. Cogimos los bártulos y nos fuimos a buscar las acreditaciones y que nos diesen la celda para dejar los trastos. Al poco de entrar nos encontramos con Altariel y Beleg del Smial de Lindon de Cantabria. Beleg intentaba ocultarse de nosotros pero no lo consiguió y no escapó de nuestra ira, sus restos se encuentran aún dispersos por todo el monasterio.
Si alguien se ha creído esto último es que peca de ingenuo, simplemente la encadenamos, la encerramos y tiramos la llave. Tras hablar con Altariel y con Beleg, ya que por fin nos conocíamos en persona tras más de un año tirándonos los trastos de buen rollo por el foro de la STE, quedamos para vernos luego y nos fuimos a buscar las acreditaciones.
Las acreditaciones la daban en la Esteltienda, un lugar donde se pueden comprar cosillas de la STE o relacionadas con Tolkien o su obra. Aparte que estaba en el mismo sitio donde habían montado una exposición, sino recuerdo mal organizada por la Comisión de Artesanía de la STE. En la Esteltienda dejamos unas chapas y camisetas para vender, un servidor realizó sus primeras compras y nos fuimos a buscar las habitaciones. Tardamos un montón en encontrarlas y para eso tuvimos que dar más vueltas que un tiovivo, sin parar de subir y bajar escaleras hasta que por fin encontramos nuestro lugar de reposo, un dormitorio comunal donde dormiríamos todos juntos pero no revueltos. Había un par de armarios pero no suficientes para todos por lo que los tuvimos que compartir. Telme, Amras y yo compartimos uno.
Luego pudimos ver los baños, no comentaré nada pero podéis ver las fotos de los mismos que lo dicen todo. Como se podrá ver son un claro ejemplo de modernidad.
No todos los retretes eran así
Mientras hacíamos tiempo para la cena tuve la oportunidad de conocer a Gimli, Erkebrand y Ulmo, a los cuales conocía por correo pero no en persona. Con Gimli quedamos para hablar en cuanto pudiésemos de una actividad que se ha de realizar en Mallorca (supuestamente porque está en el aire) y de unos datos relacionados con una posible influencia riojana en la obra de Tolkien (de la que no pienso dar más datos porque estoy indagando en este asunto y todavía está en pañales).Por fin llegó la hora de la cena y hacia allí fuimos. Allí mientras hacía cola esperando el rancho que nos daban en unas bandejas y sintiéndome como en una peli de preso pude ver a Altariel, la cual nos gruñía, cosa que hizo a menudo y que hizo que me replantease traerle la próxima vez un hueso (:-D). También tuve la oportunidad de conocer a otro miembro de Lindon y de la Guerra Absurda, Ardias, que hace honor a la raza de su alias, porque el chaval no es pequeñito que digamos. Tras los saludos de rigor y de hacer ademán de tirarnos la bandeja de la comida a la cabeza nos sentamos y empezamos a cenar.
Tras devorar la cena, cosa fácil porque no es que digamos que fuese abundante, hicimos tiempo en espera de la primera actividad. En teoría comenzaba a eso de las 22 horas pero la espera se alargó hasta las 23:30 aproximadamente. En ese tiempo de espera, pudimos intercambiar palabras con más gente de la STE y entre mis compañeros, los cuales seguían de nuevo dando ideas para futuros proyectos en el seno del Smial y empezar a asustarme de veras al escucharlos. Por entonces Boromir se perdió de vista, cosa que ya hizo antes y que volvió a hacer a lo largo de la Estelcón, parecía uno de la serie "Perdidos" porque nunca sabíamos donde estaba y que había pasado con él, aunque por fortuna acababa por aparecer. En una de las vueltas que dábamos le encontramos ensayando porque esa noche tocaba con los Bardos Errantes, un grupo de la STE los cuales tocan y cantan de maravilla.
La actividad a la que asistimos fue una representación por parte del Smial de Númenor de la "Ainulindalë", la creación de Eä por parte de los Valar y Eru y "Creación de las estrellas y el nacimiento de los Elfos", las cuales se realizaron sin pausa y parecía ser una sola representación. Salvo por el retraso (tónica general de esta EstelCón) y el sonido que en alguna ocasión no se oía del todo bien, fue una representación entretenida.
Posteriormente llegó la hora de los Bardos Errantes. Antes nos fuimos a la Taberna, la cual fue una gran decepción para nosotros, no había alcohol, era un sitio muy pequeño y luego nos enteramos de que abría a unas horas concretas, por lo que si querías tener un lugar para hablar, jugar o beber tenías que buscarte la vida si era fuera del horario establecido. Con lo del alcohol no digo que seamos unos borrachos, pero incluso para alguien como yo que no suele tomar alcohol de tanto en tanto apetece beber algo un "pelín" fuerte.
Entre la Taberna y la actuación de los Bardos Errantes pudimos hablar con los de Lindon y conocer a otro de las personas metidas en la Guerra Absurda, Ancamal de Númenor, un Enano traidor (traidor por ser fiel a la causa de Lindon) el cual estaba que no se aguantaba en pie por el cansancio, y con el que estuve de coña durante toda la EstelCón (igual que con el resto de Lindon).
En la actuación de los Bardos Errantes pudimos ver a Boromir tocando en público por primera vez y no pudimos evitar el alegrarnos por él, especialmente al disfrutar de la velada con el resto de Bardos con las piezas que tocaron y cantaron, aunque me dio la sensación de ser algo un poco improvisado. Aún así lo mejor de esa noche.
Tras la actuación nos íbamos a ir a dormir. Antes de enfilar hacia la habitación fui a buscar una botella de agua y me encontré a Ardias y Ancamal apoyados en el pozo del monasterio. Me acerqué a ellos mientras abría la botella para beber un trago y como cree el ladrón que todos son de su condición salieron por patas pensando que los iba a mojar ante la sorpresa de Gil Galen, ante esto sólo puedo decir ¿y esto son los gloriosos soldados de Lindon que me iban a hacer morder el polvo?, ¡¡¡juas!!!. Tras restregarles su cobardía (de buen rollo) me fui a dormir y aquí vino un nuevo concierto, de ronquidos. Aunque por desgracia me tocó ser el chivo expiatorio, como siempre, de ser el causante de todos los ronquidos habidos y por haber (que a este paso diréis que la erupción del Etna o los terremotos del Pacífico son producidos por mí al roncar, ¡¡¡malandriles!!!). He de afirmar que primero asumo que ronco, pero y esto es lo segundo al menos no lo niego como otros que me acusan de roncar y encima son los primeros en roncar porque esa noche estuve durante varios momentos despierto, al igual que el resto de las noches y pude disfrutar del concierto organizado por mis compañeros, así que ¡¡¡menos ronquidos caperucitas!!!. Lo peor de esa noche no fue eso, lo malo fue que mientras intentaba acomodarme a la cama y seguir cagándome en todo, no por los ronquidos de mis compañeros sino porque con lo que me costó meter en mi bolsa de viaje mi saco de dormir y descubrir que al final no era necesario porque me bastaba con la colcha, empezó a sonar un móvil a eso de las 6 de la madrugada. Primero una vez, luego otra y otra y otra y así unas cuantas veces hasta de pronto Amras pegó un salto de la cama y se lanzó en dirección de donde provenía el sonido del móvil. Allí lo buscó ayudado por otros que se encontraban cerca y también habían sido importunados, como todos, por el puta móvil (no hay otro término para definirlo) hasta que lo encontró y consiguió apagarlo. Por desgracia el dueño del móvil no se encontraba allí para colgarlo pero lo encontramos más adelante (no, no lo colgamos, pero está en busca y captura).
Al día siguiente, viernes 7, tras levantarnos y disfrutar de un excelente desayuno igual de insatisfactorio que la cena de la noche anterior Telme, Morwaith y yo nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo. Antes contemplamos el inicio de la clase de esgrima por parte de Mormegil, a la cual espero poder asistir de una vez en la próxima EstelCón. En el pueblo (bonito por cierto) pudimos localizar tres puntos claves, la farmacia (cerrada por vacaciones), la panadería y el colmado. Cometimos el fallo de no intentar localizar el bar, cosa de la que luego nos arrepentimos. Tras regresar al monasterio dimos una vuelta por la iglesia del mismo y nos fuimos a ver otra representación del Smial de Númenor. En este caso tocaba "La matanza de hermanos" que cuenta la matanza por parte de los Elfos de Fëanor de los Teleri y el robo de sus barcos. La representación estuvo muy bien y fue deleite de los guiris que por allí pasaban. Luego nos fuimos a ver la conferencia de Denethor II, la cual, como el resto de conferencias, fue una de las cosas que más me gustó de esta EstelCón y que grabé para escucharla de nuevo en el futuro.
Tras la conferencia fuimos a ver "Diez años del Smial de Númenor" el cual hablaba sobre el décimo aniversario del Númenor. Interesante salvo las coletillas alusivas a la escisión de lo que hoy es el Smial de Hammo que me parecieron que sobraban, lo pasado, pasado está y no hay que hurgar en viejas heridas.
Luego nos fuimos a comer y tras la comida pudimos ver una presentación realizada por el Smial escolar de Rivendel sobre el Señor Bliss, cosa amena y muy entretenida por la que hay que felicitarlos y una obra teatral del Smial de Lórien de Barcelona sobre Maedhros, ante la cual sólo puedo quitarme el sombrero. Obra sublime con un sublime Vestri haciendo de Melkor y una sublime Nilechorwen haciendo de Maedhros. El resto de actores tampoco se quedaron atrás y también hay que felicitarles por su actuación.
Tras esto nos fuimos a la taberna a merendar por nuestra cuenta ya que Amras, Telme y Oso habían hecho una incursión al pueblo en busca de suministros. Íbamos a empezar una partida al Fuzztones cuando Ulmo, presi de la Comisión de Juegos, vino a buscarme porque a esa hora teníamos reunión. Sólo asistimos tres, Ulmo, Vestri y yo, luego se nos unió Adanost y a lo último Boromir. Tras la reunión Amras me comentó que habían ido a ver las catacumbas y en ese momento me cagué en todo porque están cerradas al público y sólo se abrían en ocasiones especiales y teniendo a algún conocido que pudiese dar acceso. Por desgracia si volvía a haber otra oportunidad sería el domingo tras la comida cuando ya no estaría allí.
Entre la reunión y la cena tuve ocasión de hablar con Gimli del Smial de Mithlond. Hablamos de el evento que ha de tener lugar, en teoría porque a este paso no sé si se hará, en Mallorca sobre ciencia ficción y fantasía llamado "Mallorca Fantástica" y al cual queremos intentar llevarle para que imparte una conferencia sobre "El Tío Curro", una gran investigación sobre las influencias españolas en Tolkien y que no pienso desvelar, ir a escuchar su conferencia. Aparte de esto también hablamos sobre el Tío Curro y sobre esa posible vía riojana de investigación que estoy siguiendo y que ya comentaré en su momento, o no. Esta charla con Gimli fue una de las mejores cosas que tuvo esta EstelCón para mí por lo mucho que aprendí.
Tras la cena, igual que todas las comidas, desayunos y cenas que hubo en la EstelCón y a las cuales me he referido anteriormente, comenzó la Lumi Lindë. Aquí quien quiera puede tocar o cantar cualquier cosa. Comenzó Santi "Narnaron" del Smial de Edhellond de Valencia tocó un tema inspirado en una canción de Queen, como viene siendo habitual en él, titulado "El lamento de Fëanor" y que podéis escuchar aquí.
Luego vinieron otras actuaciones todas dignas de mención aunque destacaré la actuación de las Garrilindon por lo divertida que fue.
Tras la Lumilindë tuvimos por fin la primera lucha entre Lindon y Tol Eressëa. Morwaith y Ardias se enfretaron y aunque se me acuse de barrer hacia mi portal hay que reconocer que a pesar de los esfuerzos de Ardias por imponerse y de que lo intentó, Oso estuvo jugando con él (hay fotos y un vídeo que lo demuestran, jejeje).
Tras esto vino una representación de la caída de Fingolfin por parte del Smial de Númenor, muy entretenida salvo por el sonido que a veces no se oía bien.
Por último y para finalizar la noche hubo lectura de cuentos en la cual podíamos disfrutar de un buen té y pastas. El primero en leer fue Boromir con un extracto de "Los ojos del Dragón" de Stephen King. Durante la lectura de cuentos tanto Amras como Oso se durmieron y aprovechamos un momento para subir a las habitaciones para dormir porque el resto también estábamos cansados.
Tras otra noche de ronquidos de variadas procedencias comenzó otra jornada de nuevo con las acusaciones hacia mi persona de ser el causante de todos los ruidos producidos esa noche, en estos momentos lamento ser un enano pacífico pero mi venganza llegará tarde o temprano, juas, juas, juas.
El sábado día 8 tocaba reunión de la Junta Directiva de la STE a primera hora de la mañana. Al ser de momento presidente de Tol Eressëa me tocaba ir como miembro de la misma. Allí me encontré con los presidentes del resto de smiales que habían acudido a la EstelCón, los presidentes de las comisiones, los miembros de la Comisión Permanente de la STE, etc. El desayuno estuvo bastante bien y pude intercambiar algunas palabras con otros presidentes. Grichan, presidente del Smial de Erebor de Zamora, sugirió de cambiar el nombre de la STE por Sociedad Hobbit Española, por lo propensos que somos a la comida y la bebida (en el buen sentido) y posteriormente comentó al final del desayuno de presentar una moción para pedir postre, a la cual me uní pero luego no se presentó nada, habrá que preparar un proyecto para la próxima ocasión.
La reunión se alargó más de lo previsto, tanto que muchos nos dormíamos. Bromeé con Isildur, del Smial de Edhellond de Valencia y presidente de la Comisión de Geografía e Historia de inyectarme el café en vena y me sugirió de hacer una raya para esnifar con el Nescafé, así estábamos de cansados.
Tras finalizar la reunión de la JD nos fuimos a la Asamblea General que debía tener lugar entre todos los socios. La misma se alargó más de lo previsto y después de comer tuvimos que reanudarla. Esto hizo que la tarde de Comisiones se pasase al domingo por la mañana y hubiese un retraso de media hora en las actividades, algo normal en esta EstelCón como ya dije anteriormente. Lo malo de todo esto es que la gente que no era de la STE, como Telmefion, se quedaron colgados ya que no se realizó ninguna actividad paralela para los no socios o aquellos socios que no querían asistir a la Asamblea General. Hubo muchos que a largo de la reunión se fueron y yo al final lamenté de haber asistido porque fue demasiado para mí.
Tras la Asamblea General asistimos a la conferencia de Valandil sobre los Rohirrim y luego a la conferencia de Isildur y Adanost. Ambas conferencias las grabé y de nuevo sólo me queda felicitar a los conferenciantes por lo buenas que fueron (al igual que la de Denethor II cuya felicitación de su conferencia también incluyo aquí).
Al finalizar las conferencias tocaba un musical a cargo del Smial de Edhellon "Operépica: La Batalla de Maldon 991 DC". Estuvo bien pero si he de ser sincero (y que conste que no quiero desacreditar la labor realizada por Edhellond y todos aquellos que les ayudaron) no me terminó de complacer del todo. Supongo que el cansancio ya hacía mella en mí después de estar tres días durmiendo y comiendo poco junto con la mañana que habíamos tenido, no lo sé, pero me dejó algo indiferente, a pesar de que creo que los actores hicieron un magnífico papel.
Tras esto nos fuimos a preparar para la Cena de Gala. No estábamos con ganas de ir a ver más representaciones así que nos saltamos "La historia de Beren y Lúthien". Al irnos a vestir contemplamos que ya estaban montando las mesas en el patio para la cena.
Nos vestimos y comenzó una larga espera, tan larga que la Cena de Gala de esta EsteCón se la conoce como la Cena Intemporal ya que se juntaron la Cena y la Noche Intemporal que suele venir después. Teníamos que cenar a las 22 horas y comenzaron a llamar a los Smiales a la 1 de la madrugada, tres horas de retraso. Nuestra paciencia y la de otros rozaba el límite y los ánimos estaban algo caldeados, por lo que no participamos en la iniciativa que realizó Hammo de hacer una foto a todo aquel que asistió a la EstelCón, si quería, para crear un álbum. Posiblemente en otro momento accedamos a hacernos una foto pero esa noche no estábamos de humor para fotos, por lo menos en ese momento.
Nos sentamos al lado del Smial escolar de Rivendel y de miembros del Smial de Umbar y del Smial de Córdoba (creo, disculpar el error en caso de haberlo). Los asistentes estaban cada vez más molestos, no sólo por la espera sufrida sino luego por la cena, porque la cena no fue muy abundante que digamos. Había una bandeja por diez o quince personas, por lo que sólo podíamos pillar pequeños cachos de comida y en algunos casos tuvimos que hacer una incursión en busca de más comida ya que las razones en algunos casos no llegaban para todos. Si no fuese por Telme no hubiésemos probado el pan ya que las bandejas nos llegaban vacías y se fue a otras partes de la mesa a buscarlo. Y si no fuese por la generosidad de Mormegil y sus compañeros no hubiésemos probado el lomo adobado que nos dieron en la cena. Al menos intentamos pasar el rato con cachondeo que eso no nos suele faltar incluso en los malos momentos, como dice el refrán "al mal tiempo buena cara".
Durante la cena el Smial de Lindon nos dieron a Oso y a mí unos presentes, para ambos unas flechas de coñas para ponernos en la cabeza y parecer que nos las habían atravesado, es la única manera que tienen los de Lindon para poder afirmar que nos han disparado y que han acertado. A Oso le dieron un tarro de miel y a mí un cofre muy chulo con piedras. ¡¡¡No saben que de las piedras salieron los Enanos y que me han dado la materia prima para crear un ejército el cual se unirá al resto de mi pueblo y se multiplicará, juas, juas, juas!!!.
Por nuestra parte les dimos una cajita con piedras (¡¡¡hemos infiltrado un comando entre sus filas!!!) y una botella de "Caldo de Ent" (herbes mallorquinas). Para Pippin y Belegurth que no asistieron a la EstelCón también había una botella.
Tras esto Númenor dio a cada Smial un estandarte con su escudo que estuvieron ondeando durante la EstelCón. A mí me tocó ir a recogerlo y nos encontramos con el problema de como llevarlo hasta Mallorca. Hay que agradecer el detalle del estandarte, a pesar de que el escudo que tiene es el antiguo (esto lo tenemos que subsanar porque parece que nadie se ha percatado de que tenemos uno de nuevo).
Luego pudimos ver una representación por parte del Smial de Lórien titulada "El Espejo de Galadriel". Buenísima ya que no paramos de reír. Lórien no deja de sorprenderme con sus iniciativas teatrales.
Tras esto nos fuimos a dormir, Amras estaba hecho polvo y el resto muy cansados pero antes nos hicimos una foto todos los de la Guerra Absurda presentes.
Al día siguiente nos levantamos y aún había gente que seguía con la Noche Intemporal. Me junté con un grupo de ellos y me puse a hablar con uno, cuyo nombre desconozco y bien que lo siento, sobre la nueva versión de "Galáctica". Coincidimos en que el mejor personaje de todos el Baltar.
Tras esto y tras haber ayudado a trasladar las mesas y sillas al comedor nos dispusimos a desayunar. Nos íbamos a ir temprano por lo que nos perderíamos la entrega de premios y la clausura. Subimos a nuestras habitaciones e hicimos el equipaje. Pudimos meter el estandarte de regalo en las maletas aunque tuvimos que quitarles los palos que lo sustentaban porque sino, no cabía, ¡¡¡gracias Númenor por el mathom!!!.
Mientras hacíamos tiempo Isil, Vestri y creo que Moria se acercaron a nosotros y nos dijeron de ir al bar del pueblo. Allí vimos unos peazos bocatas y tomamos unas tapas mientras hablábamos de nuestras cosas. A esta velada improvisada se nos unió Nilechorwen y un montaraz (creo) cuyo nombre lamento desconocer. Durante la conversación tuvimos noticias de la Taberna Clandestina que se había creado y nos propusimos la próxima vez al menos tener conocimiento e incluso organizarla si hubiese que hacerlo.
Después de esto fuimos a buscar la recaudación y el material disponible en la Esteltienda, nos despedimos de quien pudimos y nos fuimos hacia Barajas. Atrás dejábamos Uclés, la EstelCón y a una amistades que no tienen precio. Durante el trayecto de vuelta volvimos a encontrarnos con Tielmes y el toro de Osborne.
Llegamos a Barajas antes de lo previsto. Dejamos la Partner no sin antes soportar al empleado que veía desperfectos en la furgoneta donde ya estaban antes y de allí nos fuimos a un bar del aeropuerto a comer donde nos pusimos las botas. Tras encontrarme con unos amigos de Madrid, nos fuimos a embarcar al avión el cual salió en punto.
Hasta aquí mi crónica de la EstelCón, lo mejor la gente y las actividades que se realizaron, lo peor los retrasos y las comidas. Espero que si alguien de Númenor lee esto no se enfade ni moleste con lo que digo, me imagino que realizar una EstelCón lleva mucho trabajo y eso no lo niego, es más les agradezco el esfuerzo y la ilusión que han puesto en la labor que han llevado a cabo, pero los retrasos que hubieron, sea por el motivo que sea, no se justificaron o por lo menos no se miró de minimizar sus efectos reestructurando los horarios de alguna manera (o esa es mi impresión) y la comida, bueno, la del monasterio es la que había y en eso creo que ellos no tienen la culpa, lo que sí me molestó un poco es que se contasen los trozos que había que dar de carne o que si no tomabas de una cosa y pedías algo más de otra te diesen una miseria. La cena de gala es otro cantar y fue menos abundante que las comidas que habíamos tenido y eso es algo que se tendría que haber mirado con más detenimiento.
Aún así quiero agradecer a Númenor el esfuerzo, intención e ilusión que pusieron en la organización de la EstelCón.