Porque seamos sinceros, ¿para demonios sirve hacer una campaña para promocionar un organismo público, si encima en esa campaña no se da ninguna información respecto a lo que se pretende promocionar?. Con esto no digo que cada campaña que se hace por parte de las instituciones públicas no tenga sentido o validez, pero sí que hay muchas que la verdad, mejor ahorrarse el dinero en cosas más útiles y especialmente con la crisis que tenemos.
Otro ejemplo lo he estado viviendo de cerca. Al volver de las vacaciones me encontré que al lado de la bonita fuente que hay en mi edificio habían colocado una especia de escultura, con forma de la palabra “Tots!” (todos). Luego vi que había otra similar en el edificio de al lado. A los pocos días comenzaron a colgar carteles por todo el edificio con frases en que al final salía la palabra Tots! Por todos lados, y nunca mejor dicho, que si el medio ambiente es de tots, que si la igualdad es de tots, etc. Además repartieron entre todos los trabajadores un bloc de notas con las frases mencionadas y un bolígrafo. Me comentaron que era una campaña para dar a conocer el Consell de Mallorca y el trabajo que hacen. No es por nada, ¿pero esto es necesario?, ¿sirve de algo?, yo creo que no. Primero que lo que uno lee no da ningún tipo de información de lo que se hace en el Consell, segundo, ¿no hubiese sido mejor enviar unos folletos informativos, que costarán menos, con una información básica de lo que es el Consell y con los teléfonos actualizados de los diferentes organismos para que la gente sepa donde llamar, en caso de tener que hacerlo?, porque uno está hasta las narices de atender llamadas pidiendo por urbanismo o para obtener el carnet de familia numerosa, por poner dos ejemplos, cuando nosotros somos una sección de Protección de Menores que atiende sólo a los usuarios derivados de otras secciones. Además, nuestros edificios están protegidos, así que no sé yo si colgar carteles en los mismos de la manera en que lo han hecho es legal, que esa sería otra.
En fin, creo que podríamos seguir con muchos ejemplos de cómo se malgasta el dinero público. Podríamos hablar de obras inútiles que sólo sirven para destrozar el paisaje o el entorno urbano y para que los especuladores se llenen los bolsillos, de ahora cambio el logo de un organismo público, ahora lo vuelvo a cambiar, ahora lo requetevuelvo a cambiar, etc. ¡¡¡Que gusto da gastar tontamente el dinero que no es de uno!!!. Está claro que nuestros dirigentes políticos son cortos de miras y no saben administrar correctamente los fondos que poseen en beneficio de la población, que al fin y al cabo son para quienes trabajan, aunque es algo que siempre olvidan cuando han pasado las elecciones.