jueves, 31 de julio de 2008

Definiciones roleras: Momento Azada


Dícese de aquella idea, iniciativa u ocurrencia que se le ocurre a uno o varios PJ’s (Personajes Jugadores) durante una partida de rol para salir airoso/s de alguna situación concreta o conseguir algo y que cualquiera con dos dedos de frente puede ver que se trata de la peor idea que se le puede ocurrir a alguien y que seguramente empeorará la situación a la que se esté enfrentado el PJ o PJ’s en cuestión. El Momento Azada vendrá normalmente acompañado de unas pésimas tiradas de dados que complicarán, aún más si cabe, la situación en la que se encuentre el PJ o PJ’s.

El nombre procede del primer Momento Azada al que se tuvo que enfrentar quien esto escribe. La idea del Momento Azada y de su nomenclatura no fue mía, sino de mis compañeros de partida, pero ellos y especialmente el master de aquella partida me han endosado el muerto de ser el promotor de dicha idea y causante del Momento Azada, cosa que no es así, aunque tuve que ver en el mismo, para que negarlo, aunque de rebote (Raúl, a ver si lees esto y por fin declaras que los genios de tan magnífica idea fueron tu hermano Álex y Santi).

Todo comenzó durante una partida a Warhammer (el juego de rol, no el de las miniaturas), cuando un mago elfo pijotero (Santi), un guerrero humano con una armadura fashion que valía medio Imperio (Álex) y un enano Matatroll con pinta de punk y ansias de morir en combate, que para eso es miembro del clan enano de los Matadores (yo), llegamos a una ciudad buscando una de las siete llaves que permitirían resucitar a la diosa de la justicia Arianka, no por nada, sino porque la dichosa diosa, a pesar de estar muerta, nos había escogido como sus paladines, que para algo éramos unos PJ’s expertos en el manejo de armas, hechizos y en sacar pifias.

En un momento dado y tras diversas circunstancias que no voy a relatar primero porque me da pereza y segundo porque tampoco recuerdo todos los detalles (excepto los del Momento Azada porque hay cosas que te marcan de por vida), se estableció en dicha ciudad el toque de queda que prohibía salir a la calle a partir de ciertas horas bajo pena de prisión. Teníamos que ir a explorar una casa en cuestión y mis compañeros pensaron que la mejor hora para hacerlo era por la noche a pesar del toque de queda. A mí no me convencía la idea, pero dado que habíamos estado separados durante un buen rato, cosa que para mí le quita la gracia a una partida, y para intentar evitar el volver a separarnos decidí acompañarles y más cuando en esa casa había habido un asesinato y un zombi que había terminado en cachitos por obra y gracia de un servidor y de su hacha rúnica de doble filo con no sé que complementos más que ahora no recuerdo (runas de protección, bonificaciones varias, etc.). Al final lamenté esa decisión, no sólo por lo que nos pasó luego, sino porque ha significado que lleve el sambenito del Momento Azada cuando no fue mía la idea.

Pues nada, que vamos a salir por la noche. Estábamos en una posada con una puerta principal y una salida trasera tras un patio. Nos preparamos para salir sin armar nada de ruido, sabiendo que había guardias en cada esquina o al menos cerca. Santi abre la puerta de la salida trasera, hace una tirada y falla estrepitosamente, por lo que la puerta hace más ruido que una jauría de Balrogs borrachos, siendo oído por la guardia que estaba por la zona vigilando. Para despistarlos, Santi coge una azada que había por ahí (de ahí el nombre de este momento) y la lanza por encima del muro lo más lejos posible, cosa que no consigue. Imaginaos la escena, una puerta que se abre escandalosamente, el guardia que se gira para mirar de donde viene el ruido y acto seguido aparece una azada lanzada por vete saber quien que cae en el suelo, causando más ruido. ¿Decidimos quedarnos quietos?, noooooooo, con dos cojones, salimos. Sumarle a la escena que acabáis de imaginar lo que viene a continuación.

Primero sale Álex, yo le sigo, fallando mi tirada, no recuerdo si caí, creo que no, pero sí que hice mucho ruido. Claro, la guardia si ya estaba mosca por el escándalo anterior y por ver a una azada voladora no identificada más lo estuvo al vernos, pero lo bueno es que sale Santi detrás mía y para intentar disimular mi fallo no se le ocurre otra cosa que dirigirse hacia el guardia diciendo “déjenlo que es sonámbulo”. Mientras tanto yo sigo a Álex. No recuerdo que le pasó, pero sí que me paró un grupo de voluntarios que vigilaban la ciudad, una especie de guardia urbana. Intercambiamos unas palabras subidas de tono por ambas partes que terminaron en “cállate puto enano” procedentes de un adolescente bravucón. Ni que decir que me callé, pero le metí una buena ostia, que uno es muy suyo, es enano, más chulo que un ocho y encima no olvida los agravios e insultos. Realizo un par de tiradas y una la fallo (la que decidía sí le golpeaba o no y aquí intentaba no golpearlo por la cuenta que me traía) y con la otra (la que determinaba el daño) hago un crítico de mil pares de narices. Por lo que no solo golpeo al chaval, sino que lo atravieso de cabo a rabo con el puño (mano ortopédica de metal que funciona como una normal y me proporciona el doble de mi fuerza). Hasta el momento todas mis tiradas habían sido una mierda pinchada en un palo (excepto en una lucha que tuve al principio de la partida contra un zombi), pero en el momento en que tendría que haber salido, para mi bien, una cagada, salió la mejor tirada que había visto en mucho tiempo. Por todo esto terminamos en la cárcel y encima el niñato en cuestión era hijo de una persona influyente así que la sentencia de culpabilidad y castigo ya estaba dictada antes de celebrarse el juicio.

Al final, entre que nos fugamos, intentamos descubrir que pasaba, evitar ser descubiertos por la guardia de la ciudad para que no nos volvieran a apresar, etc,. perdimos un tiempo precioso, que tuvo como conclusión con la ciudad llena de zombis, no sólo porque hubiesen salido del cementerio cercano sino porque la mayoría de la población acabó convertida en ellos por un hechizo maligno, la ciudad degeneró en un estado ruinoso por el mismo hechizo y el malo maloso haciendo de las suyas, aunque eso sí, le logramos parar por obra y gracia del master de turno y porque al final tuvimos mucha suerte. Es un episodio vergonzoso en nuestra carrera como paladines de Arianka y como jugadores de rol, porque lo que comenzó como una buena partida y haciendo, aparentemente, bien las cosas, terminó en una cagada de tres pares de cojones y todo por una mierda de plan que se les ocurrió a dos lumbreras del grupo en cuestión, al cual se les sumó unas “magníficas” tiradas de todos los PJ’s.

Posteriormente el master no ha parado de contar este suceso a todos nuestros amigos jugadores de rol y a muchas otras tantas personas, sean o no jugadores de rol que no conozco. Sólo le faltó publicarlo en un diario para que lo leyese todo el mundo. Ahora bien, como dije anteriormente, me cargaba a mí el muerto cuando la realidad fue muy distinta como podéis ver. Sé que a pesar de lo escrito seguiré con el sambenito de ser el creador y el impulsor del Momento Azada, pero al menos ya conocéis mi versión desde un principio antes de que mi querido amigo y master Raúl os coma el tarro.

Recientemente he visto el fantasma del Momento Azada sobrevolar otra de nuestras partidas. No hace mucho comencé a jugar a una partida de “La Llamada de Cthlhu”, la cual curiosamente está siendo dirigida por Raúl, el master que dirigía la partida del Momento Azada. ¿Habrá alguna relación entre él y los Momentos Azadas?, ¿será algún tipo de hechizo que nos lanza sin darnos cuenta para entorpecer, aún más si cabe, nuestra labor?, ¿no se habrá dado cuenta de que nos bastamos solos para entorpecernos y que no necesitamos de Momentos Azadas?, ¿por qué tuvo que morir la madre de Bambi?, ¿por qué Espinete lleva pijama para dormir cuando siempre va desnudo por la calle?, ¿dónde está Luis?, preguntas a las cuales espero encontrar algún día una respuesta. Esa partida está ambientada en el año 1888 en Londres, somos miembros de diferentes estratos sociales, desde periodistas barriobajeros hasta miembros de la nobleza londinense, todos hombres y en algunos casos con una doble vida (que para algo es un época con una sociedad machista e hipócrita). Todos somos miembros de una Logia Masónica, “La Hoz y el Martillo” (nombre muy masón, ¿a que sí?), cuya misión es proteger a la humanidad de peligros atroces, cosa que sólo sabe mi personaje porque está en unos escalafones dentro de la jerarquía de la logia por encima del resto, aunque luego y dadas las circunstancias se lo hago saber.

Pues bien, en uno de esos momentos tan agradables que tiene toda partida de rol y especialmente Cthulhu, con criaturas malignas persiguiéndote y tirando los dados para evitar perder cordura y quedar como un vegetal babeante o algo peor, tuve que defenderme de una de mis criadas, la cual había sido poseída por vete a saber qué, como ya se contó en un post anterior y en sus correspondientes comentarios (¿no lo habíais leído?, ¡¡¡pues leerlo insensatos!!!). Al final no me quedó más remedio que meterle un balazo y acabar con la pobre desgraciada (no seis o siete como luego dijo el master, más cuando sólo disparé una vez con su consiguiente tirada, ni volví a disparar ni a tirar los dados más veces y porque en ese momento me dijo que le había reventado el estómago y nada más). Era ella o yo.

Pasado un tiempo fui detenido como principal sospechoso de la muerte de mis dos criadas. La primera fue muerta por la criada poseída. En ese momento me acompañaba Lord Simpson (sin comentarios con el apellido, el resto sigue la misma tónica), que también fue detenido y al cual no reconocieron porque iba disfrazado para infiltrarse en los bajos fondos, porque sino, no le ponen la mano encima, que por muy enano y vicioso de los pies que sea, sigue siendo un lord.

Dos de nuestros compañeros (compañeras en este caso) son un inspector de policía y un médico forense. Al inspector ya le conocemos por varias respuestas y comentarios que tendrían que habernos dejado claro que tiene ideas azada recorriendo sus neuronas. Para intentar sacarnos de la cárcel y librarnos del muerto de la criada asesinada (nunca mejor dicho), se les ocurrió la magnífica idea de coger un cadáver que ya estaba en el depósito, meterle cuatro tiros, decir que lo habían detenido ellos y presentarlo como el culpable del asesinato de las dos criadas. En cuanto me dijeron el plan una gota de sudor de tamaño manga afloró por mi sien, ya que era evidente primero que ese cadáver venía acompañado con una entrada en el registro, un informe y seguramente un policía como mínimo que se habría encargado de darle entrada, hacer el informe y llevar el caso, por lo que se veía claramente que era una idea azada, especialmente porque había otras opciones más creíbles y que esta idea no llegaría a buen puerto. Yo les había sugerido que cogiesen a un borracho para cargarle el muerto (sin matarle a él) pero bueno, prefirieron coger el cadáver y volver a matarlo. De todas formas no era la primera vez que nuestro querido comisario disparaba a un cadáver, aunque en la primera ocasión en cierto modo tenía motivos para hacerlo, por lo que su fama de excéntrico y de estar mal de la cabeza no se vería perjudicada, sino todo lo contrario.

Al final la cosa no fue para tanto, no coló evidentemente y seguimos en la cárcel, y por diversos motivos a los dos inspectores no les pasó nada por volver a matar a un cadáver, pero los jugadores expertos vimos la sombra del Momento Azada sobrevolar la mesa. Posteriormente la volvimos a ver, e incluso juraría que había una Azada detrás del master diciéndonos “hola”, aunque después de perder tanta cordura uno ya no sabe que pensar, pero son cosas que a veces pasan durante las partidas y el peor momento lo pasamos con este suceso. De momento seguimos vivos, aunque en mi caso mi PJ ha vuelto a ser el Hombre Diana de la partida y está más para allá que para acá, aunque eso es otra historia.

En fin, si jugáis una partida de rol y uno o varios jugadores tienen ideas que podrían englobarse dentro de la definición de Momento Azada, no les dejéis que sigan adelante y si aún así la mayoría opta por seguir su plan, pasar de ellos. Vuestros PJ’s y vosotros mismos lo agradeceréis.

6 comentarios:

Kaworu dijo...

Un momento azada: En una partida un jugador esta harto de recibir y en su momento de lucidez, mientras el máster esta contándonos donde nos encontramos, interrumpe y dice -Me pongo el escudo delante y entro corriendo- un segundo mas tarde el máster termino la frase que había dejado a medias que no era otra que -Delante veis una... (interrupción) ...escalera-

Miral Majere dijo...

me gusta eso d emomento azada. Nosotros hemos tenido tantos. Como cuando nos seguían unos duendecillos por el bosque y yo me raye y dije: vamos a atacarlos. y la cosa no terminó muy bien: acabé atada de pies y manos, observando como mis compañeros se deleitaban con un banquetazo) jejeje.

pero lo vuestro si que tiene delito XD

John Constantine dijo...

Eh! No soy un periodista barriobajero, soy un periodista sensacionalista.

Eres un engreído y un clasista, aunque no te importa mi clase cuando te llevo a rastras hacia el hospital huyendo del siguiente momento azada de la partida:

Aparecemos en otra dimensión, mugrientos y desaseados, sigue siendo Londres en 1.888, otro compañero y yo llevamos a rastras al profesor cuando se nos acerca un policía. Estábamos en pleno centro de un barrio bien, en pleno día, con el correspondiente corrillo de gente que nos estaba mirando.

Entonces el mencionado inspector que juega con nosotros y el forense deciden salir en mi defensa y hablar con el policía que me interrogaba. Al ver que las tiradas de persuasión no salían, decidieron drogarlo en medio de la calle con un hongo azul turquesa que normalmente utilizan los servidores de Nyarlathopep y el pobre PNJ cayó inconsciente al suelo.

¿Cómo nos va a salir algo a derechas después de esto?

Telchar dijo...

Kaworu las escaleras iban hacia arriba o hacia abajo?, si van hacia abajo la caída podría haber sido la leche :-D

Camus lo nuestro tiene delito, pero lo vuestro no se queda corto, mira que atacar a unos duendecillos por el bosque sin venir a cuento!!!

John Constantine, eres un periodista barriobajero y además sensacionalista, gracias por recordármelo :-p. Me importa tu clase porque da mala fama a la Logia y si quieres ascender y llegar a ser alguien en ella y en la sociedad, lo menos que podías hacer es ayudar a los demás y en especial a tu jefe, o sea yo, cuando está en apuros :-p

Me había olvidado del resto de perlas de los dos inspectores, es que es una azada tras otra con ellas!!!!, digo ellos, bueno, da igual porque ambas cosas son ciertas.

Tomás Hijo dijo...

Momento azada:

Rune Quest. Uno de los jugadores lleva un personaje pato (antropomorfo, como Howard, cosas del juego). Por deudas de los demás pj's un mago lo apresa y lo mete en un jaulón. El jaulón está en casa del mago, junto a una biblioteca y unos espesos cortinajes. El pato intenta doblar los barrotes (pfff), forzar la cerradura (pfpfpfff) y todo lo que se le ocurre. Por fin decide prender fuego a los cortinajes con un hechizo de ignición que sabía. Las cortinas arden, la biblioteca arde y el pato se calcina. Cuando le preguntamos el origen de tan brillante inspiración, sólo atinó a decir "¡Quack!". Un gran tipo. Después supusimos que pretendía que el mago lo salvara de perecer sacándolo de la jaula, pero el caso es que el mago no estaba en casa y el papiro viejo arde muy deprisa. DEP.

Telchar dijo...

Joder, esto es un momento azada como la copa de un pino!!!. Con tu permiso voy a enviar este comentario a mis compañeros de partidas, que seguro que lo van a disfrutar.

El pato no se llamaría Jonás, verdad?