miércoles, 30 de abril de 2008

Actualizada la sección de enlaces

En vista de los comentarios que he leído y he oído y en espera de poder deleitaros con uno de mis kilométricos post de los que os gustan tanto (risa malvada), he actualizado el blog con unos cuantos enlaces que os paso a comentar:

  • Club de Fans de Boromir. Blog del club de fans que le ha surgido a éste buen amigo mío tras el éxito de su canción "Quiero ser un elfo", que a pesar de que Boro me cae muy bien, sigo pensando que no tiene gancho, ni garra y que aporrea la guitarra :-D. Aún así espero ocuparme de su sección de marketing y ganarme unos pesotos con la venta de productos derivados de su éxito :-D.
  • Brillando en la oscuridad. Blog de Silmaril, que de tanto en tanto se deja caer por aquí y que ya se ha ganado un puesto en mi libro de Agravios y por tanto también en la sección de enlaces.
  • Un blog andaluz. El bueno de Tomás nos cuenta cosas interesantes de su tierra y algún que otro vídeo de sus intervenciones en "Cuarto Milenio" (sí, también salen buenos expertos en Cuarto Milenio, por eso sigue en antena). No os lo perdais.
  • Zona Fandom. Blog de reciente creación y que promete contar cosas interesantes de todo aquello que nos interesa.
Hala, ya tenéis algo para entreteneros mientras me pongo a redactar un post kilométrico sobre El Corán en verso :-D

domingo, 20 de abril de 2008

Un paseo por Palma (IV y último)

Tras dejar atrás la Avenida de Antonio Maura nos adentramos en la parte baja de la ciudad, cosa que habíamos comenzado a hacer al descender de las murallas. Es la parte del casco antiguo que menos conozco, siendo ésta zona en su mayoría zona una gran desconocida para mí.

Pasamos junto a un monumento dedicado a Ramón Llull y nos dirigimos hacia la Lonja y al Consolat de la Mar, ya que por esa zona habían montado un mercado medieval por la festividad que se estaba celebrando. La Lonja es uno de los monumentos característicos de Palma. Fue construida en el siglo XV, por encargo del Colegio de Mercaderes de la ciudad a Guillermo Sagrera. Fue sede del mencionado Colegio de Mercaderes, donde se realizaban transacciones comerciales y lugar de contratación. Posteriormente ha tenido varios usos, desde almacén de mercaderías, pasando por fábrica de cañones durante la guerra contra Napoleón o guerra del Francés. Actualmente acoge exposiciones temporales o actos institucionales. Su forma no deja de recordarme a una especie de fuerte o castillo, aunque no fuese construida para tener ésta función. Han comenzado a restaurarla ésta misma semana en que estoy escribiendo éstas líneas, ya que su proximidad al mar y supongo que la contaminación, han hecho de las suyas y la han ido dañando con el paso del tiempo.

Un detalle de la Lonja

El Consolat de la Mar fue una institución representativa de la actividad náutica y comercial de otras épocas y actualmente es la sede de la Presidencia del Gobierno de la Comunidad Autónoma. Fue construido por el Colegio de Mercaderes entre el año 1614 y el 1669. Por la festividad se podía entrar a verlo pero dada la cola que había optamos por dejarlo para otra ocasión. Al lado del Consolat de la Mar se encuentra la capilla de la Lonja, construida en el año 1600 y también se encuentra una puerta de la antigua muralla renacentista, la Puerta del Muelle, que permitía el paso, como su nombre indica, hacia el muelle de la ciudad. Antiguamente se encontraba más hacia el este, cerca de la Avenida de Antonio Maura y en su antiguo emplazamiento se realizaron ejecuciones durante siglos, habiendo horcas instaladas de forma permanente, aunque también se usaban otros métodos de ejecución más macabros. Tras el derribo de la muralla conservaron la puerta y la trasladaron a su actual emplazamiento.

Detalle del mercado medieval

En el mercado había de todo, especialmente productos autóctonos de las islas, como embutidos, quesos, licores, etc. También había cerámica, utensilios, herramientas, hierbas, especies, etc., e incluso una herrera (sí, sí, he dicho una herrera, que aquí nos tomamos en serio lo de la igualdad, bueno, cuando es necesario como en todos lados :-D) la cual permitía practicar un poco en la forja. Ni que decir que me faltó poco para ponerme con el yunque y el martillo pero al final me contuve, no era plan de ponerme a fabricar a Narsil II en medio de la plaza :-D. Todo esto en un ambiente medieval, acompañados de algunos espectáculos de zancudos y malabaristas. Había muchísima gente, tanta que era difícil caminar, pero eso no impidió que entre tanta gente tuviese la agradable sorpresa de encontrarme a dos amigas y al novio de una de ellas (mejor dicho, ellas me encontraron a mí), compañeras de fatigas, aventuras y desventuras de los juegos de Rol y alguno que otro de tablero (Raquel, Laura y Pep, si leéis esto besos y abrazos de vuestra pareja enana favorita).

Uno de los lugares donde se encontraba el mercado era la Plaza Drassana (Astillero). Recibe el nombre porque antiguamente aquí construían y reparaban las embarcaciones.

Dejamos atrás el mercadillo y nos fuimos a comer, que ya era hora y los estómagos gruñían del hambre. Tras decidir donde íbamos a ir a comer, atravesamos las viejas callejuelas, pasamos por detrás de la Lonja y el Consolat, seguimos por más callejuelas, dejando atrás casas y antiguas mansiones, y llegamos al Paseo del Borne.

El Paseo del Borne con una de sus característica leonas, bueno, esfinges :-D

El Paseo del Borne va desde la Plaza de las Tortugas, hasta la Plaza de la Reina, la cual limita con la Avenida de Antonio Maura. Antiguamente se le llamaba el Paseo de la Princesa, ya que, aunque el Borne existe desde hace siglos, durante el reinado de Isabel II, en 1833, empezaron las obras de remodelación, junto con otras posteriores en 1863, le dieron su actual aspecto. Las leonas del Borne son famosas en toda Palma, siendo una estampa típica de la misma. Antes de existir el Paseo del Borne por aquí pasaba el torrente de Sa Riera y es posible que también pasasen, sino barcos, alguna que otra barca. Tras desviar el torrente, el viejo caudal se cubrió de tierra, en sus antiguas orillas surgieron casas y algunas mansiones, y fue lugar de torneos, justas y actos de fe. Recientemente ha sido reformado, no sin evitar de cierta polémica con las obras que se han realizado, como suelen pasar en éste tipo de intervenciones. Actualmente, aparte de ser un lugar de paseo y descanso para viandantes, suele ser el lugar donde se montan, de forma ocasional, los tenderetes de alguna feria o mercadillo de cierta importancia, como por ejemplo la Feria del Libro. También fue escenario durante unos años de la representanción de torneos y justas medievales, que se celebraron durante los primeros años en que se constituyó la festividad de la Comunidad Autónoma, rememorando durante unas horas las luchas y los duelos entre caballeros que tenían lugar en el Borne hace siglos. Por desgracia esas representaciones ya no se celebran, creo recordar que porque costaban mucho a las arcas públicas, pero viendo en que se gastan el dinero nuestros gobernantes, ya podrían rascarse un poco más el bolsillo y volverlo a organizar.

El Casal Solleric

Al lado del Borne nos encontramos con dos mansiones antiguas, una es Can Granada, de la cual, a pesar de haber buscado información por todos lados, nada sé excepto su nombre y que es un edificio impresionante, así que agradeceré cualquier dato sobre ésta antigua mansión. La otra mansión es el Casal Solleric o Casa Morell, construido en 1763, a partir de dos casas propiedad de Marc Antoni Vallès d’Almadrà i de Berga, heredero por parte de padre y de madre de dos ricas familias mallorquinas. Su hijo, Miquel Bonaventura Vallès d’Almadrà i Orlandis fue nombrado por Carlos III Vizconde de Almadrà y marqués de Solleric, de donde supongo le vendría el nombre. Luego pasó a manos de su sobrino, Pere Joan Morell i Vallès d’Almadrà. En 1975 la familia Morell vendió la mansión al Ajuntament de Palma y éste lo convirtió en un centro de exposiciones. Su fachada tiene una llamativa ornamentación y no suele pasar desapercibido cuando se pasea por ésta zona. Tiene un patio impresionante el cual se puede ver desde la calle de Sant Gaietà y antiguamente se daba una circunstancia curiosa, y es que éste patio conecta ésta calle de Sant Gaietà, donde hay una iglesia, con el Borne. Mucha gente, abusando de su derecho, pasaba por aquí usándolo como atajo, hasta que en una ocasión un cortejo fúnebre pasó por allí para atajar hasta la cercana iglesia y se paró un momento en medio del patio para descansar. La marquesa del Solleric lo vio y se prohibió desde entonces el paso de la gente por allí. No sé si ésta historia es cierta o no, lo que sí es verdad en que se cerró el portal que daba acceso al Borne en el año 1870.

Fuente de la Princesa o de las Tortugas. Al fondo Can Granada

La Plaza de las Tortugas es el nombre popular que recibe la Plaza de Juan Carlos I. En ésta plaza se encuentra una fuente con un obelisco, el cual tiene en sus cuatro esquinas cuatro tortugas, de las que recibe el nombre. El obelisco está coronado por un murciélago, símbolo heráldico de la ciudad. Fue construido en honor a la reina Isabel II en 1834 y recibe el nombre de fuente de la Princesa. Es el lugar donde los aficionados al R.C.D. Mallorca, han venido a festejar las grandes gestas de su equipo y también es una estampa típica de Palma.

Tras comer, volvemos a pasar por la Plaza de las Tortugas y enfilamos por Jaume III, una calle abierta a semejanza de la Gran Vía de Madrid (por poner un ejemplo) en medio del casco antiguo. Evidentemente cuando se abrió ésta nueva calle se tiraron muchas casas, se cortaron muchas calles y callejuelas, y desaparecieron otras tantas, pero en esos tiempos era necesario, o eso dicen. Actualmente acoge una de las principales zonas de tiendas, tiendas que extendieron a la zona del Borne, pero conviene ir con la cartera bien llena, ya que no suelen ser baratas.

Hicimos una parada en el Corte Inglés donde me hice un autoregalo, el libro “El Rei en Jaume I” (El Rey Jaime I), un libro que tenía intención de comprar desde hace tiempo y más cuando tras regalárselo al amigo Daedhel por su cumple le pude echar un vistazo. Muestra diferentes rutas relacionadas con la historia y la leyenda de Jaume I en Mallorca, decidimos ir hasta la Misericordia, ya que allí celebraban la Fira del Llibre en Català (Feria del Libro en Catalán) y queríamos echar un vistazo.

Tras subir por la calle Bonaire llegamos a la plaza del Hospital, aunque antiguamente se la conocía como L’era del Hospital (llamada así porque antiguamente había una era donde se molía trigo) donde se encuentra una de las entradas a la Misericordia. Justo debajo de ésta plaza hay la entrada de un antiguo refugio antiaéreo de la Guerra Civil. Al lado de la Misericordia se encuentra el Hospital General y la Iglesia de la Sang (sangre). El Hospital General fue creado en 1468, unificando en un mismo lugar todos los hospitales de la ciudad. La Iglesia de la Sang pertenece al mismo conjunto arquitectónico que el Hospital General y en su interior se adora con gran devoción al Cristo de la Sang, imagen del siglo XVI, al cual se atribuyen multitud de milagros.

La Misericordia es un edificio enorme, que actualmente es propiedad del Consell de Mallorca (Consejo de Mallorca) y donde se encuentran parte de las dependencias de algunas de sus consellerías (consejerías), así como una biblioteca, salas de exposición, etc. La zona donde nos encontrábamos acoge al Casal d’Entitats, lugar donde diferentes asociaciones culturales pueden reunirse o realizar alguna actividad de cara al público. El Smial de Tol Eressëa suele reunirse allí y es lugar donde organizó, entre otras cosas, las Semanas Tolkien. Consta de dos edificios diferenciados con sus correspondientes patios, el departament d'homes (el departamento de los hombres), que es el que uno se encuentra nada más entrar y el departament de dones (departamento de las Mujeres), el cual, de momento está cerrado pendiente de una restauración y que es más pequeño. Antiguamente la Misericordia tenía al lado un Jardín Botánico, que ya no existe, aunque dispone de unos jardines muy guapos, que ya podrían tener todas las plazas de Palma, de los cuales ha heredado el nombre y por los cuales está la otra entrada de acceso a la Misericordia, desde la Vía Roma.

El departament d'homes de la Misericordia

Pero si nos remontamos al pasado, la historia de la Misericordia es algo macabra. Antiguamente el solar que ocupaba era un cementerio, el cementerio de Camp Roig (Campo Rojo) o del Hospital, donde reposaban todos los fallecidos, principalmente gente pobre, del cercano Hospital General. Luego empezó a edificarse la Misericordia en parte de ese terreno, a partir del año 1677 aproximadamente, aunque las obras se alargaron hasta el siglo XIX. El terreno sobrante seguía cumpliendo la función de cementerio, hasta que en el siglo XIX comenzó a enterrarse a los muertos a las afueras de la ciudad. Posteriormente, cuando ya no se enterraba a nadie en estos terrenos, la ampliación de la Misericordia obligaron a desmontar parte del terreno que ocupó el cementerio, apareciendo una gran cantidad de restos humanos, muchos de los cuales fueron a parar al torrente de Sa Riera, aunque aún hoy, de tanto en tanto, parece ser que encuentra algún resto humano procedente del antiguo cementerio cuando excavan en la zona. La Misericordia llegó a ser convento, en el cual se realizaron funciones de asilo de ancianos, orfanato, institución psiquiátrica, etc. A finales de los setenta se clausuró, hasta que pasó a ser de propiedad del Consell de Mallorca.

Una parte de la Misericordia

Una historia que circula en torno a la Misericordia es que está encantada. Hay varios testimonios de personas que trabajan o han trabajado allí que afirman que suceden cosas extrañas, ruidos de pasos cuando no hay nadie, luces que se encienden y apagan solas, presencias extrañas, etc. Teniendo en cuenta la historia del edificio, no es de extrañar que hubiese este tipo de rumores y más si uno camina y ve su interior. Las dos plantas superiores se encuentran vacías y en ellas aún se conservan (o conservaban en las ocasiones en que estuve por allí explorando el lugar) muebles y huellas del antiguo uso del edificio, desde una cama para niños, graffitis en la paredes, perchas, letreros indicadores del tipo de función que tenía la habitación o la sala en cuestión y unas salas, en muchos casos enormes, completamente abandonadas, excepto por el polvo, las palomas, el paso del tiempo y algún visitante casual como quien esto escribe.

Parte del Jardín Botánico de la Misericordia

Supuestamente parte de los fenómenos que ocurren suceden en una de estas plantas, donde estuvo temporalmente la Fundación del Teatre Principal (si hacemos caso a la prensa). Lo bueno es que durante dos semanas en octubre del pasado año tuvimos que trasladar todo nuestro lugar de trabajo justo debajo de esas plantas debido a los desperfectos que sufrió nuestro edificio por un tornado que azotó Palma. En una ocasión, uno de los psicólogos con los que trabajo y yo subimos a explorar un poco las plantas superiores, aunque no pudimos ver mucho, ya que muchas puertas de las salas y las habitaciones estaban cerradas, pero lo que vimos, a plena luz del día, impresionaba. No era la primera vez que andaba por esos dos pisos abandonados, como explicaré más adelante, y lo único llamativo es que muchos de los trastos que había en las anteriores ocasiones que visité esos dos pisos ya no estaban. No nos pasó nada extraño o que no tuviese explicación aparente el tiempo en que estuvimos trabajando allí. Lo más llamativo le pasó a una psicóloga que se quedó a trabajar por la tarde, que me comentó que escuchó golpes muy fuertes en el piso, pero que no sabía si eran de la mujer de la limpieza que estaría por allí haciendo su jornada diaria o tenían otra procedencia. Lo único de lo que sí estaba segura es que no se volvería a quedar allí sola ninguna tarde más. A causa de unas obras de remodelación de nuestro actual lugar de trabajo es posible que en el futuro volvamos a la Misericordia, si es así, ya os contaré si nos pasa algo raro o no.

La primera noticia que tuve sobre este tipo de presuntos fenómenos fue hace unos diez años, cuando un amigo que trabajaba allí de vigilante de seguridad me comentó sus presuntas experiencias y las de algunos compañeros suyos. Ni me lo creí ni me lo dejé de creer, sabía de su interés por éste tipo de cuestiones, pero no sabía que pensar del tema ya que, por entonces, había entrado en el camino del sano escepticismo sobre éste tipo de asuntos. Durante cerca de tres años le hablé de investigar el tema, cosa a la cual me respondía con largas, hasta que un día, le pegó la neura y en dos ocasiones le acompañé a visitar el interior del edificio, junto a una amiga mía compañera de aventuras y desventuras dentro de éste mundillo y un poquito “bruja”. En la primera ocasión no pasó nada, salvo la impresión que nos daba el estar durante una noche nublada y con mucho viento en un edificio antiguo que daba un cague bestial, con muchas zonas en restauración o sin electricidad y en el cual no sabías que se te podía aparecer por ahí, vamos, que a su lado la mansión de “Psicosis” o la casa de “Los Otros” parecían un lugar acogedor. En la segunda ocasión más de lo mismo, con la excepción de que hacía una buena noche, había más zonas con luz y que pasaron un par de cosas curiosas, que si bien les he encontrado una posible explicación, ahí quedan, especialmente una de ellas, pero no encontré pruebas como para afirmar que el sitio está encantado, aunque en honor a la verdad, sólo hice dos visitas y ninguna investigación como tocaría. Lo bueno de estas dos visitas es que pudimos ver zonas del edificio normalmente vedadas a los visitantes o a la gente que trabaja allí con cosas curiosas e interesantes y alguna que otra enigmática. Posteriormente y tras unirme al Smial de Tol Eressëa nos hemos reunido en multitud de ocasiones en diferentes salas y hemos preparado allí diversas actividades, pero nunca nos ha pasado nada raro que tenga que ver con lo paranormal, así que esto queda a gusto de cada uno, hasta que alguien pueda hacer una investigación como toca y demostrar si hay o no almas en pena en la Misericordia. Quien si lo tiene claro es la gente del programa “Misteris Illencs” (Misterios Isleños) a quienes hice referencia antes. Paso de comentar el penoso espectáculo que montaron, que si eso es investigar, yo soy físico cuántico. A raíz de éste programa algunos diarios sacaron un par de artículos sobre el tema, que aunque aportaron nuevos testimonios dejaron el asunto como sigue, sin resolver.

Dejando de lado la presunta actividad paranormal en la Misericordia, hicimos nuestra obligada visita a la Fira del Llibre en Català. Tras ojear un montón de libros que nos hubiésemos llevado a casa con mucho gusto, tuvimos que hacer una elección, insatisfactoria en parte porque sólo salimos con un libro. El libro en cuestión se titula “Palma imatges d’ahir” (Palma, imágenes de ayer), que muestra diferentes imágenes antiguas de Palma. Lo que ha cambiado, lo que hemos ganado y también lo que hemos perdido.

Tras dejar atrás la Misericordia nos fuimos hacia la Plaza de España. Pasamos por delante del comienzo de la Rambla, o Vía de los Duques de Palma, antiguo lecho de Sa Riera, junto con la Vía Roma y el mencionado anteriormente Paseo del Borne. Actualmente la Rambla es un lugar para pasear y donde podemos encontrar puestos de venta de filatelia, numismática y floristerías.

Tras cruzar de nuevo por delante de la iglesia de Santa Catalina de Siena, volviendo casi al punto de partida de nuestro paseo, llegamos a la Plaza de España. La Plaza de España fue construida entre 1902 y 1903, tras derruir la muralla renacentista y rellena el antiguo foso. Es el lugar de paso obligado para todos los palmesanos y quienes simplemente se están de paso, ya que allí se encuentran la mayoría de paradas de buses, las estaciones de tren, la estación de nuestro metro acuático, etc., y las paradas que no están ahí, están muy cerca.

Monumento al rey Jaume I en la Plaza de España

La Plaza de España ha sufrido multitud de cambios a lo largo de los años, muchos de ellos no exentos de polémica. Aparte de haber zonas ajardinadas como tendría que ser en toda buena plaza, pero siempre hay menos de la que se desearía, hay algunos monumentos y edificios interesantes. Uno de ellos es una estatua del rey Jaume I, construida en 1927 e inaugurada en 1929. Se encuentra en lo alto de un pedestal, siendo el mismo un pequeño fragmento de la antigua muralla renacentista, concretamente del bastión de Sanoguera. Otro monumento es la antigua estación meteorológica modernista, atribuida a Gaspar Bennàsar. Limitando con la Plaza nos encontramos con el emblemático edifico del Bar Cristal, también construido por Gaspar Bennàsar entre 1913 y 1916 en el antiguo lugar donde se encontraba la muralla renacentista. El bar que hay sus bajos, de donde le viene el nombre, es uno de los establecimientos con más solera de Palma. Otros edificos interesantes serían la estación de tren de Sóller, de estilo modernista, que data del año 1912 y la estación del tren del Pla y el Hotel Terminus que datan del año 1875.

Estación del tren del Pla

Tras dejar la Plaza de España nos encaminamos a otro Corte Inglés y tras dar un par de vueltas buscando la parada del bus donde coger el bus a Son Sardina, nos fuimos hacia casa, que ya tocaba. Estábamos cansados de tanto caminar y del calor que hacía.

La verdad es que el paseíto mereció la pena, primero como ya dije era algo que tenía en mente de hacer desde hacía mucho tiempo, segundo porque me ha permitido fijarme en detalles y aspectos de la Palma antigua que había olvidado o que desconocía y tercero, me ha permitido aprender un poco más de mi querida ciudad.

Evidentemente hay mucho más por ver, en un día no se puede ver todo. Tampoco he contado todo lo que se podría contar de la ruta que hicimos ese día, en parte por desconocimiento, en parte por falta de tiempo, en parte por extensión, porque no terminaría de escribir este post ni en mil años y en parte también por cansancio. Pero no os preocupéis que prometo volver en el futuro con más historias, leyendas y anécdotas no sólo de Palma, sino de mi querida isla. También quiero disculparme por las posibles omisiones y errores que pueda haber cometido a la hora de escribir ésta serie de post. Os recuerdo que algunas de las fotos fueron tomadas en otra ocasión dado que por algún motivo en concreto no pude hacerla en condiciones en ese momento.

Por último, invitaros a que hagáis lo mismo en vuestro pueblo, villa o ciudad, ir a pasear por su interior e intentar conocer un poco mejor el lugar donde vivís. Posiblemente os llevaréis más de una sorpresa y veréis que no hace falta irse de viaje a lugares exóticos para descubrir misterios, historias y leyendas. Sólo hace falta una pizca de curiosidad, ganas de aprender y algo de paciencia, se mezcla todo bien y se toma un día que en que el tiempo acompañe y uno tenga ganas de salir a dar una vuelta, acompañado de la fórmula universal por excelencia para iniciar en el camino de descubrir cosas: preguntar, a uno mismo primero y luego a otra persona, o a la vez si se presenta la oportunidad, pero preguntar, ¿por qué ésta calle se llama así?, ¿esta casa a quien perteneció?, ¿cuál es su historia?, ¿por qué en esa fachada hay ese dibujo y qué significa?, etc., veréis que bien sienta éste brebaje y que merece la pena, siempre y cuando tengas sed de aprender cosas. Y si tenéis un blog, colgar un post explicando lo que visteis y darlo a conocer, o por lo menos, dar a conocer aquellas cosas que puedan ser conocidas ;-). Siempre habrá alguien que os lo agradecerá, como por ejemplo...¡YO!. ¿Será esto una posible meme o como se llame?, a saber, sólo espero que os animéis a hacerlo (al menos intentar conocer el lugar donde vivís) porque merece la pena.

Bibliografía

Para quien le interese, principalmente he usado los siguientes libros para documentarme:

  • Guía dels pobles de Mallorca. Palma (Guía de los Pueblos de Mallorca. Palma). Editado por Hora Nova S.A. Guía nº 53.
  • Palma a Peu, ciutat passa a passa (Palma a pie, ciudad paso a paso). Miquel Ferrà i Martorell. Miquel Font Editor.
  • El Call de Palma, ciutat passa a passa (La Judería de Palma, ciudad paso a paso). Miquel Ferrà i Martorell. Miquel Font Editor.
  • Palma, Ciutat de llegenda (Palma, ciudad de leyenda). Gaspar Valero i Martí. J.J. de Olañeta Editor.

Os recomiendo su lectura. Hay otros libros a los cuales he consultado, pero han sido datos mínimos.

Nota: La Roqueta

En uno de los primeros post hice referencia a la fábrica de La Roqueta y a que hablaría sobre ella más adelante. Lo pensaba hacer porque creía, erróneamente, que cuando paseábamos por las murallas había pasado por delante del lugar donde se encontraba su fábrica. No fue así, se trataba de otra fábrica, pero dado que prometí hablar sobre La Roqueta, voy a hacerlo a continuación. La Roqueta comenzó a funcionar en 1897, siendo una prestigiosa fábrica de azulejos y mosaicos que conectó con el movimiento Modernista. Sus creaciones se pueden ver en multitud de edificios, como los mencionados Can Forteza Rei o los almacenes El Águila. También en Can Barceló, Can Joan de S’Aigo, etc. Abrieron una tienda en la calle San Miguel que cerró en 1910. La fábrica cerró en 1918.

domingo, 13 de abril de 2008

Un paseo por Palma (III)

Dejamos la plaza de San Jerónimo y nos dirigimos a otra plaza, la de la Porta del Camp. El nombre proviene porque antiguamente allí se encontraba una de las entradas a la ciudad, la Puerta del Camp (del campo). Y es curioso porque a muy poca distancia se encontraba el acceso de la puerta de Gumara, el cual ya he mencionado, y otro anterior de la época musulmana, cuyos restos aún podemos ver integrados en el conjunto de la iglesia de San Jerónimo. Estos restos corresponden a parte de la muralla musulmana de los siglos XI y XII y a la susodicha puerta, la cual sólo se puede ver desde el interior de la iglesia de San Jerónimo y por la cual entraron en 1115 pisanos y catalanes para arrasar y saquear la, por entonces, Madina Mayurqa. Por desgracia, a pesar de ser uno de los escasos restos musulmanes que han llegado hasta nuestros días, unos cables (supongo que de electricidad) cuelgan de sus paredes de mala manera afeándolo notablemente. Hasta no hace mucho la vegetación los tapaba, al igual que gran parte de la muralla musulmana. Al limpiar la muralla de la vegetación, volvieron a salir a la luz. Espero que algún día las autoridades hagan algo al respecto porque estos restos se merecen algo más de respeto y que se conserven sin elementos modernos que los afeen o dañen.

Al lado mismo de la plaza podemos encontrar los restos del antiguo puente de acceso a la ciudad, el puente de la Porta del Camp, y uno de los baluartes defensivos de las antiguas murallas renacentistas que aún quedan, el baluarte del Príncipe o de la Bala Roja, conocido así porque antiguamente aquí fundían las balas de cañón en un horno construido a propósito para ésta tarea en 1801. Hasta no hace mucho, parte de éste espacio estaba ocupado por unas viviendas militares, por lo que el puente estaba completamente cubierto por ellas y sus arcos servían de almacén para los inquilinos de éstas viviendas. Las viviendas han sido demolidas recientemente, lo que ha permitido recuperar gran parte del puente y se tiene previsto realizar en el baluarte y en el puente trabajos de restauración, excavación arqueológica y reacondicionamiento, lo que va a permitir recuperar parte de nuestro patrimonio y un espacio para los palmesanos vedado desde hace tiempo.

Baluarte del Príncipe

Tras dejar atrás al baluarte del Príncipe llegamos al pie de las murallas y al parque del Mar. El parque del Mar llega desde el baluarte del Príncipe hasta los pies del palacio de la Almudaina y la Seu (la catedral de Palma), a los cuales me referiré más adelante. Antiguamente el mar llegaba hasta las murallas (estoy hablando de hace aproximadamente unos cincuenta años), hasta que se fue ganando terreno al mar y donde antes las aguas del mar dominaban el entorno mientras eran surcadas por las barcas de los pescadores y los veleros, ahora es dominio de parejas paseando, niños jugando y vehículos circulando a gran velocidad, ya que al lado del parque hay una vía de circulación, y ya junto al mar el comienzo del Paseo Marítimo de Palma. A veces me pregunto como debía de ser pasear por las murallas mientras eran golpeadas por las olas del mar.

Principio del Parque del Mar, cerca del Baluarte del Príncipe

Tras un pequeño descanso entramos por una pequeña puerta que hay en la muralla, la Puerta del Mar y comenzamos a pasear por encima de las murallas, dejando a nuestra derecha los edificios del barrio de Sa Calatrava. Como ya comenté, el barrio recibe el nombre de la Orden de Calatrava, que lo recibió en propiedad tras la conquista de Mallorca a los musulmanes.

Edificios del barrio de Sa Calatrava y la Porta del Mar

Tras dejar atrás edificios muy interesantes y con muchas historias y leyendas por contar, llegamos al baluarte de Berard, desde el cual comienza el Paseo de Dalt Murada (la traducción vendría a ser encima de la muralla o muralla alta). Sólo comentar que aquí se cometió uno de los atentados más recientes contra el patrimonio palmesano hace un par de años. Durante las obras para construir unas viviendas de lujo se encontraron unas tumbas medievales, las cuales al parecer pertenecían a los antiguos terrenos del cercano convento de Santa Clara, que habían servido como cementerio durante una epidemia de peste. Tras estos hallazgos y seguir excavando a ver si había algo más, se encontraron restos romanos entre los cuales destacaba una antigua cantera, la cual podría haber proporcionado material para la construcción de la Palma romana y que no sólo es única en Mallorca, sino que replanteaba a los estudiosos la extensión que tendría la antigua ciudad romana ampliándola. Tras “deliberar que debía de hacerse con los restos”, se llegó a la “genial” conclusión de que se protegería gran parte del yacimiento construyendo las proyectadas viviendas de lujo encima de él. La cantera quedaría encerrada dentro de los futuros aparcamientos del edificio para deleite de los propietarios, mientras que el 33 % del yacimiento era destruido (en un principio hablaron del 50 %) porque no podía protegerse enteramente al construir las viviendas. Con la construcción de las viviendas también dañaron una pequeña parte de la muralla, pero eso sí, los constructores del edificio pudieron añadirle una o dos plantas más como compensación por tener que modificar el proyecto de obra al encontrarse esos restos en su solar ¿y a nosotros quien nos compensa por perder parte de nuestra historia?, entre los políticos y los empresarios que sólo piensan en cómo llenarse los bolsillos vamos apañados, ¡cabrones!, ¡que sois unos cabrones y me quedo corto! Un claro ejemplo de cómo se protege el patrimonio y nuestro entorno en ésta santa isla, santa porque sufre lo indecible por aquellos que tendrían que protegerla y conservarla.

Dejando de lado los atentados contra el patrimonio, deleitémonos con las vistas de la bahía y de parte de la fachada marítima que nos ofrece éste punto, vistas que nos acompañarán a lo largo del paseo que nos queda y que comenzamos a disfrutar en cuanto comenzamos a pasear por las murallas.

Imagen de parte de la fachada marítima palmesana, con la Catedral al fondo. A su izquierda, sobresaliendo por encima de las palmeras, la torre del Ángel del Palacio de la Almudaina

Seguimos nuestro camino, cruzándonos con algunos viandantes que paseaban o simplemente estaban sentados en las antiguas troneras de la muralla disfrutando del maravilloso día que teníamos, y nos acercamos al Palacio Episcopal, sede del Museo Diocesano. Recientemente ha sido restaurado, lo que ha permitido encontrar en su estructura restos antiguos de gran valor que ahora se pueden ver. En el Museo Diocesano hay piezas en su mayoría relacionadas con el mundo eclesiástico mallorquín, aunque también hay alguna que otra que no tiene nada que ver con la religión y sí con la historia o la leyenda, como es el caso del Drac de Na Coca (Dragón de la Coca). Sí, tenemos un auténtico dragón en éste museo, o al menos, para las gentes del medioevo era un dragón. En el siglo XVII un dragón atormentaba a los habitantes de Palma que residían entre la Seu y la calle de la Portella, no muy lejos del Palacio Episcopal. Por las noches, el dragón salía de su escondrijo en el alcantarillado de la ciudad a buscar comida (normalmente asaltaba las cunas y se llevaba a los bebés). Una noche el capitán Bartolomé Coc, gobernador militar de Alcudia, se encontraba esperando a ver a su amada, la cual vivía en la calle de la Portella, cuando se encontró con la feroz bestia. Sacó su espada y tras una encarnizada lucha la mató. Regaló el cuerpo a su prometida la cual lo hizo embalsamar, recibiendo el nombre de Drac de Na Coca, al convertirse al poco tiempo en esposa del Capitán Coc. Posteriormente enviudó y se casó en segundas nupcias con Francesc Rosselló, por la cual cosa pasó a ser propiedad de la familia Rosselló. Cada 31 de diciembre la exponían en su casa, cerca de la Plaza de Santa Eulalia, hasta que a principios del siglo XX fue donado al Museo Episcopal, al parecer porque una criada abrió la caja donde estaba guardado y al verlo murió del susto. Hay otra versión de la leyenda y también un estudio que la desmitifica por completo, pero ahí está el Drac de Na Coca, formando parte de nuestro legendarium. Por último decir que en los últimos años, en dos ocasiones han aparecido parientes del Drac de Na Coca en el cercano Parque del Mar, ¿será que han oclasionado por dos veces huevos de dragón ocultos bajo el subsuelo de la ciudad?, quien sabe, que alguien llame al Iker P…digo, Iker Jiménez y lo averigüe, o mejor aún, no le llaméis que os montará una pollo, o en éste caso un dragón, de tres pares de narices. No os voy a decir de qué tipo de bicho se trata, voy a ser así de puñetero para que lo busquéis vosotros, nunca se sabe que sorpresas podéis encontrar, y ruego a la gente que lea éste post que sabe de que tipo de criatura es que no diga nada. Ya me diréis, o no, cual es el resultado de vuestra búsqueda. Por cierto, hay una imagen del Drac de Na Coca es la esquina de una casa neogótica en la Plaza del Mirador, al lado del Palacio Episcopal.

El Palacio Episcopal. Por cierto, where is the Drac?

A los pies del Palacio Episcopal se encuentra Ses Voltes. Es un espacio habilitado dentro de las murallas donde hay un escenario en el cual se realizan representaciones teatrales o conciertos. También hay un espacio de exposiciones. No bajamos a verlo, pero desde lo alto pudimos observar (y escuchar) que en ese momento tocaba un grupo musical y había bastante gente escuchando su música.

Al lado del Palacio Episcopal nos encontramos una de las joyas de Palma, la Catedral, también conocida como la Seu. Hay mucho que contar sobre la Seu, pero me limitaré a lo que ahora recuerdo, que por desgracia es poco. Comenzó a construirse en torno al año 1300 durante el reinado de Jaume II, ocupando es espacio de una mezquita. No estuvo finalizada hasta el año1601, año en que fue consagrada. Se piensa que el proyecto original contemplaba que tuviese una sola nave, pero al final lo ampliaron a tres. A lo largo de los siglos ha sufrido diversas reformas e intervenciones, como por ejemplo la del portal de la Almudaina, que tuvo que ser reconstruido tras sufrir desperfectos a consecuencia de un terremoto en el año 1851, la intervención de Gaudí a principios del siglo XX o la de Miquel Barceló más recientemente. Para comenzar su rosetón mayor tiene un diámetro de 100 m2, siendo considerado el rosetón más grande del mundo dentro del gótico, aunque otros estudiosos no están de acuerdo, pero al menos sabemos que si no es el más grande, al menos es uno de los más grandes. Las divisiones de su interior forman la estrella de David y dos veces al año, el 2 de febrero a las 9 de la mañana, día de la Candelaria, y el 11 de noviembre a las 8:30 de la mañana, día de San Martín, la luz del sol entra por el rosetón mayor reflejándose justo debajo del rosetón del portal de la Almudaina, creando un bonito espectáculo de color. Actualmente lo están restaurando porque recientemente sufrió daños, al parecer a consecuencia de un espectáculo pirotécnico organizado por el Ayuntamiento el pasado mes de enero por las fiestas del patrón de Palma (Sant Sebastià).

La Seu

Hasta que se ganó terreno al mar la Seu era la única catedral del mundo que se reflejaba en el océano, por lo que las grandes cabezas pensantes que tuvieron esa genial idea hicieron que se perdiese esa característica única de la Seu, aunque ahora se haya recuperado en parte al haber un gran estanque a los pies de la catedral en el Parque del Mar. El campanario de la Seu se terminó de construir en 1498, tiene una altura de 48 m. aunque tendría que haber sido más alto y se piensa que está construido en el lugar donde se encontraba uno de los minaretes de la antigua mezquita. Se basan en que el campanario está desorientado en relación al templo, formando ángulo respecto al portal de la Almoina (una de las entradas a la Seu). También hay que comentar que debajo de la Seu hay restos romanos que se pueden ver cuando finalizamos la visita de la Catedral en la tienda de recuerdos (no, no nos podemos llevar ningún recuerdo romano). Por último mencionar dos cosas, la visita de la Seu se hace o bien yendo a misa o bien pagando entrada y entrar por el museo de la catedral, al no ser que vivas en Palma o en Mallorca, no recuerdo bien la condición, pero has de mencionarlo y mostrar el DNI que sino te cobran entrada. El museo tiene la particularidad de mostrar objetos relacionados con la Seu, entre ellos multitud de reliquias. La otra cosa que me queda por mencionar es que en la Seu se encuentran los mausoleos de dos reyes de Mallorca, Jaume II y Jaume III, en la capilla de la Trinidad. Nunca los he podido ver excepto por fotografía y cuando he entrado a la Seu nunca he encontrado la forma de llegar hasta ellos para verlos, así que me temo que no se pueden visitar, salvo por algún motivo excepcional.


Palacio de la Almudaina

Al lado de la Seu podemos encontrar el Palacio de la Almudaina. Es de origen árabe, cuya fisonomía como alcázar aún conserva. Es de planta rectangular, flanqueada por altos muros y torres. Parece ser que se construyó encima del antiguo emplazamiento del primer núcleo romano de Palma, del cual parece ser que hay algunos restos en su estructura. Tras la conquista de Madina Mayurqa fue reconstruido y reutilizado por los cristianos como sede de los reyes de Mallorca, de los virreyes y gobernadores. Actualmente es la residencia oficial de la Casa Real, museo y sede de la Capitanía General de Baleares. Hay que destacar la torre del Ángel, llamada así porque está coronada por una veleta con forma de ángel. Antiguamente la torre era más alta, pero rebajaron su altura en 1756 y en 1851, como consecuencia de los terremotos, aunque en los años sesenta le volvieron a dar más altura. En torno a ésta torre hay una curiosa leyenda, que cuenta que entre los años 1395 y 1399, se instaló en la parte superior de la torre del Ángel con el permiso del rey Joan I, el alquimista occitano Jaume de Lustrac. Allí instaló su laboratorio de alquimia y durante éste tiempo posiblemente estuvo buscando, como todo buen alquimista, la Piedra Filosofal, que permitía transmutar los metales bajos en oro o plata, y el elixir de la eterna juventud. En 1399 perdió el favor del rey Martí y se tuvo que ir con todo su laboratorio. Hasta hace unos años había un horno en la parte baja de la torre, que se identificaba, equivocadamente eso sí, con uno de los hornos con los que trabajaba el alquimista. Otra leyenda es la que menciona que hay un túnel que conecta la Almudaina hasta el castillo de Bellver y hasta el Temple, cosa que ya he mencionado antes. Dentro de la Almudaina podemos ver, entre otras muchas cosas, el portal de la capilla de Santa Anna, uno de los pocos vestigios románicos de toda Mallorca. En el interior de la Almudaina hay mucho más por ver, por lo que recomiendo su visita (creo que si eres residente en Palma, te sale gratis los miércoles por la tarde).

Arco de las Atarazanas

A los pies del Palacio de la Almudaina nos encontramos con el Arco de las Atarazanas. Se encontró a finales de los sesenta durante unas obras y es de época musulmana. Daba acceso al muelle del palacio, por lo que los valís y los emires musulmanes tenían a su disposición un puerto privado, al margen del puerto de la ciudad, el cual se encontraba en la antigua desembocadura del torrente de Sa Riera, hoy paseo del Borne y avenida de Antonio Maura. Actualmente por debajo de él pasan los patos y los cisnes (cuando los hay) de un estanque.

Castellers en S'Hort des Rei

Junto al Palacio de la Almudaina se encuentra el parque de S’Hort des Rei (El huerto del Rey). Ocupa el lugar que antiguamente ocupara el jardín del Palacio de la Almudaina desde la época musulmana, el cual se parecía a un huerto donde había palmeras, naranjos, limoneros, cipreses, viñas, plantas hortícolas, etc. En 1849 el Patrimonio Real cedió el ángulo norte al Ayuntamiento para conectar la nueva calle Conquistador con la cercana Plaza de la Reina. A finales del siglo XIX y principios del XX el jardín desapareció siendo ocupado por un cuartel de caballería, el Teatro Lírico y el Hotel Almudaina. A finales de los sesenta, los edificios fueron derruidos y se recuperó éste espacio como parque. Éste día estaba lleno de gente, ya que había un espectáculo de Castellers. Aunque esperamos un rato para poder ver su actuación, al final optamos por seguir nuestro camino dado que no sabíamos si iban a empezar con el espectáculo o ya habían terminado, ¡otra vez será!

El Palacio de la Almudaina con S'Hort des Rei a sus pies, visto desde la Avenida de Antonio Maura

Dejamos atrás S’Hort del Rei y cruzamos la Avenida de Antonio Maura. Antiguamente aquí se encontraba la desembocadura del torrente de Sa Riera, el cual atravesaba toda la ciudad, y uno de los puertos de Palma. Tras los continuos desbordamientos del torrente, se desvió su curso por fuera de la ciudad. Antiguamente, cuando el torrente desembocaba aquí, había varios puentes que cruzaban ambos lados. Recientemente durante las obras de construcción de un parking, se encontraron los restos de uno de estos puentes y de una torre de época musulmana, junto con otros restos. Eran únicos, pero como era prioritario construir el aparcamiento, se desmontaron éstos restos sin ningún tipo de control arqueológico. El arqueólogo y antiguo director del Museo de Mallorca Guillem Rosselló Bordoy, afirmó que era posible que se hubiesen utilizado para su construcción las lápidas de un antiguo cementerio judío, por lo que el estudio de las piedras que pertenecían a estos restos hubiese sido crucial para aportar más datos a la investigación histórica de Mallorca, pero como se habían desmontado de mala manera era posible que esos datos se hubiesen perdido para siempre. Guardaron los restos en un almacén, el cual, todo hay que decir, ardió con dos artesonados medievales de gran valor (aunque los restos ya no estaban). Tras la construcción del aparcamiento se integraron los restos, pero viendo como han hecho las cosas y como se respeta el patrimonio, es posible que los hayan montado a boleo y de chiripa. Por cierto, el aparcamiento tiene filtraciones de agua, cosa que no tendría que extrañar tras tener el primer metro acuático del mundo (los palmesanos que lean esto sabrán a lo que me refiero).

(Continuará)

viernes, 4 de abril de 2008

Un paseo por Palma (II)

Iglesia de Santa Eulalia

La plaza de Santa Eulalia o Plaza Nova (nueva) aún conserva su trazado intacto desde el siglo XIV y en ella nos encontramos con la iglesia de Santa Eulalia, de donde le viene el nombre. Antiguamente aquí se encontraba uno de los mercados de la ciudad, parte del cementerio parroquial de la iglesia de Santa Eulalia (que con su traslado y posterior reforma de la zona, la plaza quedó configurada con su trazado actual) y lugar de ejecución de bandidos y maleantes. La Iglésia de Santa Eulalia, es el único templo cristiano de la isla, con excepción de la catedral, que tiene tres naves. Es del siglo XIII, aunque fue terminado en 1616, siendo uno de los primeros templos cristianos que se crearon tras la conquista de 1229 (ya se habla de la iglesia en documentos fechados en el 1230) y lugar de importantes actos institucionales durante el reino de Mallorca. Actualmente está sufriendo un proceso de restauración, por lo que nos volvemos a encontrar un edificio característico de Palma con lonas de protección.

En la fachada del edificio podemos observar varias lápidas, procedentes del antiguo cementerio parroquial. Algunas de ellas son muy curiosas ya que presentan símbolos de los gremios de canteros (el martillo, el cincel y el compás), que también podemos encontrar en el interior de la iglesia. Esto es debido a que antiguamente éstos gremios se reunían en Santa Eulalia. En los pináculos de la iglesia, rodeados de gárgolas, nos encontramos varios escudos muy curiosos. Ya dije anteriormente que cuando uno profundiza en algo, le permite redescubrir cosas que había olvidado y éste es uno de esos casos. Sé que por alguna parte tengo fotografiados esos escudos, que en su momento me llamaron la atención y ahora de nuevo surge la pregunta delante mía, ¿que significado tienen?, ¿qué representan? Sinceramente lo ignoro, aunque espero poder averiguarlo algún día.

Una de las lápidas con símbolos gremiales, abajo uno de los pináculos de Santa Eulalia con dos de los escudos que hay en él.


Santa Eulalia también tiene sus leyendas, una de las cuales la relaciona con el beato Ramón Llull. Según la leyenda, antes de dedicarse a la vida eremítica y religiosa, Ramón Llull era una persona muy materialista y mujeriega, que se dedicaba a perseguir a toda mujer hermosa que se cruzase por su camino, a pesar de que él estaba casado y con hijos. En una ocasión se "enamoró" de una mujer muy hermosa a la cual le requería su amor de forma constante a pesar de que ella siempre lo rechazaba. Ramón Llull la siguió acosando a pesar del rechazo llegando a perseguirla a caballo. La mujer, desesperada, se refugió en Santa Eulalia y Ramón Llull entró en el templo, montado a caballo, detrás suya. La mujer, viendo que no tenía escapatoria, se dio la vuelta hacia Ramón Llull, se desabrochó la camisa y le mostró sus pechos, deformes por un cáncer preguntándole "¿Es esto lo que buscas?". Ramón Llull quedó consternado ante la visión, llegando a caerse del caballo. Al poco tiempo cambió radicalmente su forma de vida, poniéndose a servicio de Dios. Según algunos autores, éste suceso ocurrió en La Seu, la catedral de Palma, y otros apuntan a que es muy similar a la leyenda de Wirnt von Graefenberg recogida por Hermann Hesse en su libro "Leyendas de la Edad Media" (ignoro si hay traducción al castellano). Hay otra leyenda que vincula su transformación de una vida juerguista a una religiosa como consecuencia de unas visiones que le ocurrieron en su casa, pero esa es otra historia.


Iglesia de Sant Francesc

Abandonamos Santa Eulalia, a pesar de que por sus alrededores y en su interior hay muchas más cosas interesantes y nos encaminamos a la Plaza de Sant Francesc (San Francisco). En ella podemos observar la iglesia de Sant Francesc, la cual comenzó a construirse en 1281 y que a lo largo de los siglos ha sufrido diversas reformas y modificaciones. La fachada principal se construyó entre 1618 y 1621, en substitución de la anterior de estilo gótico, destruida por un rayo. La iglesia en un principio perteneció a los franciscanos, hasta que en 1835 fueron desalojados, siendo el templo usado como prisión, caserna militar y Audiencia. Posteriormente, en 1906 fue de nuevo ocupado por los franciscanos. Dentro del templo podemos encontrar la tumba del beato Ramón Llull, antes mencionado. El templo consta de un claustro que aún sigue siendo una de mis asignaturas pendientes, ya que aún no lo he visitado. El campanario de la iglesia tiene la peculiaridad de que presenta un aspecto que recuerda a los minaretes musulmanes, a pesar de que está construido con elementos barrocos, posiblemente añadidos posteriormente. En torno a San Francesc hay muchas historias y leyendas, pero como me ponga a hablar de cada una de ellas no voy a terminar así que queda pendiente para un siglo de éstos :-D.

Entrada a la iglesia de Sant Francesc

Al lado de la iglesia de Sant Francesc, nos encontramos con el convento de Sant Francesc, que forma parte del mismo conjunto arquitectónico. El convento es de 1286 y fue reformado durante el siglo XX, dándole un aspecto más moderno y siendo ampliado a colegio.

Tras dejar la Plaza de Sant Francesc pasamos por la calle de Ramón Llull y llegamos a la plaza del Pes de la Palla (peso de la paja). Fue uno de los lugares fundamentales en la organización mercantil medieval de Palma y su nombre proviene porque aquí se pesaba y se vendía la paja, aparte de que aquí se recaudaba el impuesto que gravaba éste producto. Antiguamente ésta plaza tenía un porche, derruido en 1869.

Plaza del Pes de la Palla

Al lado se encuentra la calle del Temple y en ella está la antigua fortaleza del Temple, de la cual recibe su nombre. Antiguamente era una fortaleza árabe conocida como Almudaina de Gumara, construida tras la cruzada catalana-veneciana de 1115, que custodiaba la puerta de Al Gumara, cuyos restos se encuentran tapados detrás de la iglesia del Temple por una construcción más moderna. Tras la caída de la ciudad en 1229, Jaume I hizo que los Templarios custodiasen en la fortaleza el botín obtenido durante el saqueo de la ciudad. Al año siguiente, durante el reparto de tierras y bienes entre los vencedores, los Templarios la recibieron en propiedad. Tras la disolución de la orden pasó a manos de los Hospitalarios, luego fue usada por la Santa Inquisición como cárcel durante el siglo XVI. En 1820 fue expropiada por el Estado pasando posteriormente a manos particulares convirtiéndose en viviendas. Actualmente de la fortaleza sólo quedan las dos torres de entrada, que han servido de vivienda hasta hace poco y que sufrieron una restauración bastante polémica por parte de su antiguo dueño. Posteriormente fue declarado Bien de Interés Cultural y el Ayuntamiento de Palma las compró hace poco y aunque en un principio se pensó en usarlas para albergar un museo que tratase sobre el período de dominación musulmana, dado su precario estado y teniendo en cuenta que las obras de acondicionamiento del futuro museo hubiesen afectado de forma notable a su estructura, se ha preferido darle un uso monumental, por lo que se está a la espera de realizar un estudio de su actual estado y comenzar un proceso de restauración que le devuelva su antiguo esplendor.

Torres del Temple

Si entrásemos dentro del recinto nos encontraríamos con la Llar del Temple (Hogar del Temple), propiedad de las monjas trinitarias, que se ocupan de cuidar a niños que han sido apartados de sus padres por haber sufrido malos tratos, abusos o haber quedado desamparados. Allí podemos ver lo que queda de la antigua capilla del Temple, la cual fue reformada en el siglo XIX, pero que aún conserva elementos góticos de la época en que estaba en manos de los Templarios.

La fortaleza del Temple también tiene sus leyendas, recientemente un programa de televisión balear que trataba de fenómenos paranormales, "Misteris Illencs" (Misterios Isleños), estuvo buscando fantasmas por las torres. Dada la seriedad del programa y de lo que allí se afirmó, si hay fantasmas, son los menos indicados para buscarlos y especialmente encontrarlos, aunque el escritor Carlos Garrido, en su novela "La corona del Temple", que parodia de forma notable las novelas como "El Código Da Vinci", aparte de darnos a conocer varios lugares de nuestra querida ciudad, habla de fantasmas en las torres del Temple, así que ya tengo otro motivo más para investigar. Otra leyenda afirma que hay un túnel que conecta el Temple con el palacio de la Almudaina, que viene del descubrimiento en 1863 de un túnel muy bien construido, con montones de piedras tan grandes como naranjas, durante las obras de una casa que hacía esquina con la calle Bonaventura y Ramón Llull. De inmediato se relacionó la obra con los Templarios, supongo que por la proximidad del Temple y que por entonces ya comenzaba a surgir la leyenda sobre ésta misteriosa orden, de que las misteriosas piedras debían de tratarse de proyectiles preparados para repeler un asedio y de que el túnel enlazaba con la Almudaina. Por desgracia no se ha podido corroborar nada de lo anterior, pero ahí queda. Carlos Garrido habla de éste tema, y del túnel que la leyenda afirma que enlaza el palacio de la Almudaina con el Castell de Bellver (pero eso es otra historia) en un artículo periodístico hace unos años y más recientemente vuelve a referirse a éste asunto en su libro antes mencionado, aportando datos interesantes sobre otros posibles túneles y localizando una de las entradas del túnel del Temple en una casa de la plaza de Sant Jeroni (plaza de la cual hablaré en breve) y su salida cerca del altar de la iglesia del Temple (a éste paso voy a tener que ponerme en contacto con Carlos Garrido y preguntarle al respecto). Todas las ciudades tienen leyendas que giran alrededor de túneles misteriosos que conectan edificios importantes y antiguos y Palma, como podemos ver, no es una excepción. Se podrían contar más cosas sobre éste lugar y sus moradores, pero lo vamos a dejar para otra ocasión.

Calle Botons

Tras dejar las torres del Temple nos metimos por la calle Botons (Botones), la cual pertenecía antiguamente al Call Major o judería mayor que se encontraba en ésta zona. La calle es típicamente medieval, muy estrecha y con edificios antiguos, aunque su encanto se ve roto por algún que otro edificio más moderno y por un vacío importante y es que recientemente han tirado un edificio para construir en el solar que ha dejado uno nuevo. Lo curioso es que han construido unos muros para delimitar el solar y obra que están construyendo en vez de poner unas vallas que es lo que suelen hacer normalmente. Siendo mal pensados, ¿lo habrán hecho porque están construyendo en el casco antiguo, con el riesgo que hay de que aparezcan restos de épocas pasadas y con el perjuicio que eso podría ocasionar al constructor, ya que de ser así, en el mejor de los casos tendría que parar las obras temporalmente?, a saber, pero dado los problemas y conflictos que han habido en el pasado por sucesos similares no me extrañaría, aunque también puede ser porque le convenía más delimitar la obra de ésta manera para evitar que cualquiera entrase.


Plaza de San Jerónimo, a la izquierda el Seminario Mayor, al fondo la iglesia y convento de San Jerónimo. En el centro la fuente de Sant Jeroni. Abajo la entrada al Seminario Mayor

Tras salir de la calle Botons llegamos a la Plaza de San Jerónimo, ya dentro del barrio de Calatrava, barrio que recibe su nombre porque fue propiedad de la orden de Calatrava. En éste pequeño lugar, próximo al Temple, nos encontramos con un par de sitios la mar de interesantes (y no me refiero precisamente a la casa con la supuesta entrada al túnel del Temple que he mencionado antes). Aquí se encuentra el Seminario Mayor, antiguo colegio de la Madre de Dios de la Sapiencia, fundado en 1629 para proporcionar estudios eclesiásticos a jóvenes con pocos recursos económicos. A lo largo del tiempo fue ampliado incorporando las casas particulares que había al lado, entre ellas la supuesta vivienda que perteneció en el siglo XV a los cartógrafos judíos Abraham y Jafuda Cresques, famosos en su época y cuyo Atlas Catalán se conserva en la Biblioteca Nacional de París. En el centro de la plaza se encuentra la fuente de Sant Jeroni, de 1860.

Entrada a la iglesia de San Jerónimo

Al lado se encuentra el convento y la iglesia de San Jerónimo, nombre popular del convento de Santa Isabel de Hungría. El actual convento se fundó en 1485, aunque en 1336 una comunidad de religiosas trinitarias franciscanas recibieron una casa como donación, la cual pusieron bajo la vocación de Santa Isabel de Hungría, siendo el primer precedente de un convento en ese lugar. Con el tiempo el convento fue ampliado con casas particulares, cuyas puertas cegadas pueden contemplarse en sus muros. Éste convento tiene la particularidad de conservar en su interior los restos de una antigua calle medieval de Palma, que quedó encerrada en su interior en una de sus ampliaciones. Por desgracia nunca he podido entrar a verla (salvo por la fotografía publicada en un libro), e ignoro si es posible, ya que no sé si es un convento de clausura, pero sería genial poder ver y caminar por una antigua calle medieval tal y como era hace siglos, aunque sea un trecho bastante corto.

(Cotinuará)